Después de Santa Martina y San Blas

Este dibujo en cuanto pueda ¡lo pongo a todo color! Su autora es Martina Angelica López-Angulo Iasci. Es el primero que publica en las prestigiosas "Crónicas del Jorge Manrique" con apenas 5 años. ¡Enhorabuena, colega! Papá algún día te enseñará lo que escribió en un periódico de su colegio "El Marqués de la Ensenada" llamado "Mamotreto", en el que hacía prácticamente todo. Todo un descubrimiento, como saber que su santo fue el pasado 30 de enero. Lo supe porque compañeros que me quieren me avisaron. (Aprovecho para agradecérselo y para hacer saber que cuanto hagamos en esta vida, aunque no sea lo que más nos hubiera gustado, hay que hacerlo bien: en ello está la estimación que recibimos). En Francia, san Martín, es un santo de grande arraigo, como muchos franceses pensaba que las martinas celebraban su onomástica el 11 de noviembre (algo puse por esas fechas en este blog). Sin embargo niñas llamadas "Martine" en el pasado siglo hay tantas más que martines (varones) en ese gran país. Me viene a la memoria esa cautivadora película "Le retour de Martin Guerre", hecha pedazos en un remake protagonizado por Richard Gere: mucho mejor Depardieu! En Italia, la mártir Martina (si hemos de creer la febril y delirante martirología de la ICAR, Iglesia...) patrona de Roma ha conseguido que muchas novelas italianas -romanzo- tengan por protagonista una bella joven llamada Martina. Es casualidad que así sea también en la última novela de Belén Gopegui.
Quiero aprovechar las postrimerías de mi santo para advertir de la ausencia de mi más entusiasta comentarista colaborador, por ello os advierto que alguno de estos melancólicos apuntes han obtenido algún eco -y algunos comentarios- fuera de este humilde rincón en el periodo de su baja. Me es enojoso enumerarlos, por eso curiosa lectora o lector, preferirás conmigo que pase a otra cosa.
La cual es, que he leído esta misiva en el periódico Diagonal (número 118) que suscribo totalmente:

¿Feminismo o elitismo?

Victoria López Barahona (Madrid)

"Lamento tener que dirigirme a vosotros para expresar mi mezcla de decepción y perplejidad por el dossier sobre feminismo (nº116) a propósito de las últimas Jornadas Estatales celebradas en Granada. No asistí a las mismas, pero precisamente por ello habría deseado un resumen ordenado y claro de los temas que se trataron y de las conclusiones -si las hubo- a que se llegó. Sin embargo, lo que hallo es un texto confuso sobre las "genealogías" feministas, tendencioso y reduccionista, con unos asertos de dudosa veracidad que lo limitado de este espacio me impide explicitar; un lenguaje academicista y elitista que más parece dirigido a un grupo de iniciadas que a un público diverso como somos los lectores de este periódico. No es un sentir exclusivamente personal. Más de una agradeceríamos a las autoras del dossier que nos aclararan, entre otras muchas cosas, en qué consisten las "políticas queer", el "transfeminismo", la "dimensión global de la reproducción de la vida" o la "construcción de resonancias"; por qué, si de lo que se ha tratado en las Jornadas es de "crear espacios compartidos", se descalifica a determinadas corrientes del feminismo llamándolas "fundamentalistas"; por qué, si pretendidamente se quiere superar el "elitismo de clase media" y si "las otras" también existimos, se omiten los problemas que nos afectan a muchas trabajadoras, como mujeres y como clase, ya que la explotación que padecemos no cambia porque quien la ejerza sea un hombre de pelo en pecho, un "transgénero" o una "señorita con bigote". Lo siento, esperaba que la nueva etapa de Diagonal no diese pábulo a los discursos crípticos y maniqueos, porque los movimientos sociales no deben ser clubes selectos ni excluyentes".

He respetado el texto completo tal como aparece entre las cartas puesto que se agradecen cartas sinceras donde se DICE a los y las sedicentes portadores/as de discursos izquierdo-cientifistas su vacuidad. Si algo debiera acontecer entre la izquierda es su claridad, su contención. Odio las jergas. Quienes pretenden hacer crítica de este mundo reproduciendo los elitistas lenguajes de las clases dominantes son parte ridícula de ese mismo mundo. No es preciso haber leído a las últimas eminencias científicas de lo social para denunciar cuanto sea injusto, y menos con fuegos fatuos almibarados, alambicados o adornados de un lenguaje "críptico" como señala la lectora de Diagonal. Denuncio un barroco tardío muy español de fraseología infinita.
La Iglesia y el Poder han necesitado siempre de pompas y fastos para esconder, disimular o legitimar su intranscendente doctrina. El gremio universitario hace otro tanto. ¿Pero ustedes de qué van? Sitúense, ¿están entre una élite científica de la izquierda? Detesto como Machado la pedantería y por eso le cito:

Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.

Cada vez que leo a pretendidos sesudos pseudo-científicos vomito. Indigestión manifiesta. Es un mal que viene de nuestros mayores, esos exégetas del marxismo y sus epígonos que tanto mal producen por sus constreñidas lecturas, ¡Viva la ecología y el pa amb tomaquet!
El lenguaje no tiene necesidad de estar provisto de constantes escenarios, ópticas, articulaciones, otredades posibles de mundos posibles, etc..., y ello, por no entrar de lleno en sus códigos indescifrables. ¿Qué independencia se pretende "construir" desde esa nueva tierra, desde ese espacio nuevo okupa? Ni tiene porque ser difícil de leer, y menos aburrido, estreñido. Leer un pretendido artículo de un pretendido entendido no tiene porque ser una deposición.
Podría continuar, mas estoy cansado, sabed solamente, os digo, que estoy de parte de la lectora Victoria López Barahona, ¿y tú, querido lector, querida lectora?