FIESTA DE LAS ÁGUEDAS EN ZAMARRAMALA
"Fiestas que las mujeres de Zamarramala, las zamarriegas, dedican a Santa Águeda desde 1227, cuando las mujeres del lugar intervinieron decisivamente en la reconquista del Alcázar de Segovia entreteniendo a las tropas musulmanas que defendían el Alcázar de Segovia mientras los segovianos recuperaban la fortaleza. La fiesta de las Águedas se celebra alrededor de la festividad de la santa, el 5 de febrero. Además de Zamarramala, son ya numerosos los barrios de la ciudad que celebran esta tradición."¿Quién copia a quién? Berlanga para su "Bienvenido, Mister Marshall " se inspiró en "La kermesse heroica", una peli francesa de 1935. Pero antes del cine existía un antecedente patrio que era este. Y muy parecido. La cosa estaba en entretener a los hombres que empuñaban las armas, sobre todo porque los hombres salen por piernas y el alcalde se finge muerto. Ese entretener es un claro eufemismo, ni se explica en esa vieja historia del medievo, ni tampoco recuerdo bien si va más lejos en la kermesse keroïque (1) el cortejo paladino. Ahora bien, las águedas de una batalla y otra, debieron emplear otro tipo de armas para hacer declinar el celo guerrero, bien de las huestes moras, bien de los no menos temibles tercios de Flandes. Para apagar un celo debían encender otro, que a su vez, evidentemente solo se apagaba con su entrega. O con el amago de la kermesse. Yo vi esa fantástica película de la época del cinema de qualité francés. Según la misma, su resistencia fue heroica, pero en las guerras los mercenarios son voraces e insaciables (en todos sus sentidos) en la rapiña. Y los del Duque de Alba -o en ese momento del valido Olivares- tenían tan temible como merecida fama. También los moros y legionarios de Franco como él mismo lo dejó claro, es un decir, ya que en gallego semántico alguna vez contestó que si hubiera puesto límites al botín de la guerra...
De esa manera, gloriosa o no, ¡depende de para quién! se defendió igualmente el Alcázar de Segovia. (Puede que otro día hablemos del de Toledo por lo que también tiene de leyenda su defensa, aún en tiempos más modernos).
La historia tiene de heroica lo que cuentan los libros de texto, que para eso son oficiales. En cambio, la memoria, llámese histórica o como se quiera ( ¡la memoria es siempre sobre el pasado!), que es de cada cual, no entiende de retórica sino de íntimas vergüenzas. Y es incontrolable.
Cada día que pasa soy más antiguo, perdón por la perogrullada. A quien le vas a ir con estas historias de Santa Águeda. Espero tener nietos para contárselo. Antes y ahora las llamadas marujas celebraban este día yéndose de tarde de chocolate y churros, cual ancianas, en los Viena Capellanes o en los Zahor.
En mi pueblo, cada día más pequeño, empezaba la mañana de San Blas pidiendo los niños para la merienda de casa en casa. El cinco, por Santa Águeda, las niñas hacían lo mismo, y había otra merienda, en este caso de ellas. Las madres en una y otra disfrutaban la colecta, que era pródiga en productos alimenticios, la gente de campo ofrecía sus excedentes, casi nunca el dinero: huevos y chorizo a mansalva, con las pocas monedas que caían en la cesta se hacía el resto.
El pasado 5 de febrero, hace un año, murió mi madre, a quien mucho he querido y otro tanto me quiso. No podía en esta fecha olvidarlo.
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(1) Esta inolvidable sátira a su vez bebe de los clásicos: de las comedias de Aristófanes, Lisístrata y Asamblea de mujeres. Se alimentan de la vis comica eterna que ejerce el supuesto enfrentamiento de hombres y mujeres y del "mundo al revés". En La kermesse al acoger a los invasores, unos cejudos españoles muy sombríos, descubren que también son caballeros, a los que se les da la Corte en mayúsculas y minúsculas.
El saqueo y la muerte restan preteridas, en cambio reinan la paz y el amor más de lo debido. El director Jacques Feyder y su obra recibieron bastantes premios, aunque su pacifismo y esa especial joie de vivre fueron censurados posteriormente en la Francia de la 2ª Guerra Mundial. Por razones obvias, aún 4 siglos más tarde se estrenó en Bélgica, con gran escándalo en Bruselas y en la flamenca Brujas los nacionalistas impidieron su exhibición. Feyder mismo dirigió un remake alemán (Die klugen Frauen, Las mujeres listas) prohibido por Goebbels. En España esta prohibición duro hasta 1968 y fue repuesta en 1983. En ese año esta fue la crítica del ya fallecido Ángel Fernández-Santos.
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