Inciso previo.- Con el inicio del otoño no sólo caen las hojas, también mi ordenador una vez más, sin tener nada que ver con el cambio de estaciones. Antes de llegar la primavera se me cayó literalmente. Lo cual hasta puede que le viniera bien al blog que llevaba 2 meses de andadura, enero y febrero de este año, bastante febriles (nada febreriles, pues lo propio de febrero hubiera sido
purificarse). Por tanto, la purificación le vino en marzo. Como procuro seguir en alguna medida los ciclos naturales, al revés que la sociedad posindustrial que padecemos, que más bien les declara la guerra obviándolos o hasta contradiciéndolos (por poner un ejemplo: ¿cuándo pasamos más calor? Pues en invierno con las calefacciones a tope 8 horas en el trabajo y otras tantas en cafés o comercios. ¿Cuándo pasamos más frío? Contra toda lógica predicción en verano gracias a eso que llaman aire acondicionado.); pues decía que en verano no es de mi gusto encerrarme en casa escribiendo blogs. En justa correspondecia me parece de perlas que tampoco haya demasiada gente a su vez dispuesta a leerlos. Aunque personalmente no busco un gran número de lectores, sí al menos, me parece de sentido que cuando dedico un tiempo a esta cosita, no todos mis "espíritus afines" se encuentren de vacaciones.
En resumidas cuentas, que llegado el otoño pensaba cambiar de velocidad sin consultarlo con mi ordenador o con su sistema, el cual "se cayó" casi hasta hoy. Podría haber mandado a paseo al sistema, a microsoft y al portátil, y comprarme otro, pero como tengo más de 40 años, sin duda, obedezco más a los
hábitos de la generación del venerable Eduardo Galeano, que él mismo relata. por lo que decidí no jubilar un buen ordenador que ¡¡¡apenas ha cumplido 4 años!!!
Dicho todo lo cual retomo el blog y paso a habla del título propuesto:
Tiempo de Vendimia o
Vendimiario, por cierto, podría también llamarse: (en
francés Vendémiaire) es el nombre del primer
mes del
calendario republicano francés, el primero también de la estación
otoñal. Comienza el día del
equinoccio de otoño, que según el año cae el el
22,
23 ó
24 de septiembre, y acaba el
21,
22 ó
23 de octubre.
Con Tiempo de vendimia, voy a aprovechar en lo que queda de mes (entiéndase republicano o no, puesto que aún no lo sé) para unas cuantas cosas:
-La primera, mostrar las fotos tomadas de mi tierra durante el puente del Pilar. Haré un recorrido turístico. Por extraño que parezca, y más en un riojano, aún no he mostrado ninguna de anteriores visitas. Y mira que sus paisajes nos han recibido más de una vez, atravesada la soleada meseta, recién nevados, o recién lavados, o siempre con una nueva cara, con distinta luz, con distintas nubes y niebla sobre sus montes, esos mismos, que el turista Ortega emparentó con la Toscana...
- la segunda, hablar algo de la vendimia, también de la cara-menos-amable-vendimia. En el mismo diario conservador La Rioja, podemos encontrar otras tantas noticias sobre temporeros como éstas: http://www.larioja.com/archivo/buscador/temporeros.
-y la tercera, y tal vez no la última, para elucubrar con el ciclo de la vendimia, o de la recogida, en general, y con lo que viene después o la precede.
¿Vale? Pues continuará.
Os dejó con un par (de fotos, bien entendu!). Tienen el valor añadido de haber sido tomadas por una japonesa en vez de por un autóctono.
Un chozo típico, sirve de refugio, en la zona de la Sonsierra.
Me despido con la cara amable de una riojana/italiana con pose característico -¡japonés!-
!salud!
ResponderEliminar!Y nada mejor que un brindis con una copa de rioja joven!
Recuerdo cuando hace unos cuantos años ya nos fuimos María y yo a tu pueblo con el raro empeño, en aquellas fechas, de visitar bodegas de vino de la tierra. Sana costumbre que hoy genera muchos ingresos por este nuevo turisno "enológico" pero que en aquel tiempo era una temeridad si no conocías a nadie en la bodega que querías que te enseñaran.
La buenas gentes de tu tierra nos facilitaron el empeño permitiéndonos conocer lo que ni siquiera habíamos imaginado que existía, las viejas bodegas de Paternina en Ollauri, que llaman "la capilla sixtina" del vino.
El cómo conseguimos, a pesar de la chupa de cuero los pantalones ajustados y la cresta punk, que nos "colaran" en un grupo de hosteleros vacos y madrileñós, que en aquella época eran los únicos junto a personajes famosos y celebridades, que accedían al santuario de los enólgos, daría para un cuento largo.
Bueno Blas, un abrazo, siempre al tanto de lo importante y lo que realmente interesa.
Por cierto que mi padre este año le ha dado por hacer vino, ya te contaré que le sale, dado que con esto es tan poco ortodoxo como con lo de la matanza.
Y de remate un consejo, parece ser que si te tiras cuatro días comiendo solamente uvas con pipo incluído, te deja el cuerpo más limpio y rejuvenecido que todas las pastillas que se toman negro sobre blanco algún ilustre literato.
Lo dicho, !brindo a tu salud y a la de tus preciosas chicas!