Tengo en mis estanterias varias baldas de diccionarios. Y muy pesados. El DRAE, el Maria Moliner, uno igualito de dos tomos portugués, varios de francés, inglés lo mismo con uno muy pesado monolingüe de Oxford, deutsch, lo Zingarelli, de catalán, de vasco y de japonés, que es parecido. Pero entre todos dejadme que prefiera los de latín y griego. Y de los latines que nos quedan me quedo con su heredero del Lazio actual. (Yo también fui profesor de Griego con dos jóvenes ninfas, una de ellas enamorada de otro. El aprendiz de profesor tan inteligente y las alumnas tan lejos...de aprender. ¡Ay, ese griego tan olvidado!). Volvamos al latín, vía legítima del italiano, en las manos del Zingarelli con su apéndice latino que recopila unas cuantas joyas. Como sé que lo habéis empeñado os paso al azar un almacén de latines, que a bote pronto he pillado : http://latin.dechile.net/.
La primera es ABSIT INIURIA VERBIS. Para cuantos osamos emborronar el blanco del papel o de la pantalla deberíamos tenerlo siempre presente. No lo traduciré. Por muchas razones, ¿traduttore, traditore? No, quien por su medios no lo comprenda es mejor que se abstenga de leerme. Vale, os concedo la wikipedia en su primera entrada de la locución que la glosa en italiano. Bravo! http://it.wikipedia.org/wiki/Absit_iniuria_verbis.
En Japón dicen que las palabras tienen alma, kotodaba (Si disponeis de caracteres japoneses y ganas de aprender os paso la versión original http://ja.wikipedia.org/wiki/. Para los amantes del francés, en cambio: http://fr.wikipedia.org/wiki/Kotodama. Bueno, tampoco hay que irse a las Antípodas o a los Mantra budistas.
De cuantos amores que nos han herido, no nos hemos vengado con el filo afilado de nuestras palabras.
Retomo una prosa más racional y menos zaherida con este otro latín: http://it.wikipedia.org/wiki/Homo_sum_humani_nihil_a_me_alienum_puto. Como veis prosigo con fuentes latinas heredera de primer grado.
Javier Ortiz, que fue dómine más profesional que yo, se reía con verdad del mismo . Os lo sirvo:
Cito de una entrevista en que le preguntan:"Homo_sum,_humani_nihil_a_me_alienum_puto”: ¿Subscribe usted este pensamiento clásico, ya reclamado por Karl Marx en el “Manifiesto del Partido Comunista”?
- (Ortiz) No recordaba que Marx hubiera incluido esa máxima en el Manifiesto. ¿Lo hizo? La situaba en las respuestas que dio a una especie de cuestionario de Proust al que le sometió su hija Laura en 1848, y que suele publicarse como anexo a sus Manuscritos económico-filosóficos del mismo año. En todo caso, hay muchísimas cosas humanas a las que me siento ajeno. En general, no suelo atribuir al adjetivo «humano» ninguna carga especialmente cordial. La tortura es un fenómeno específicamente humano. La bomba atómica es un producto humanísimo. Me temo que Marx, a esa temprana edad, fuera todavía víctima de algunos de los tópicos del humanismo, hoy todavía tan vigentes.
¿Qué os parece? ¿Damos por terminada la clase de latín y de griego? ¿Repetimos las clases en verano?
Por favor, escribe más. Me estoy enchufando y de qué manera a tus posts. Tanto, que ya casi me he leído todos los puestos.
ResponderEliminarNe leo hasta los anuncios. Tienes razón en ese que hablabas de la publicidad. Lo más importante es el que paga: ¿me darías unas clases de Latín, profesor?
hola, viendo el conocimiento que tienes del latin me podria ayudar a interpretar la siguiente frase;
ResponderEliminar"absit iniuria verbo", gracias
Querida lectora:
ResponderEliminarTe llamo lectora porque sin duda lo eres y querida porque como decía un ingenio mil veces más incisivo que el mío, el de Pepe Bergamín, "quien me lee es mi amigo" (amigo, convendrás conmigo que viene del latín de la misma raíz que amor). Tu humilde consulta parece presentarse a mi superior oráculo, del mismo modo que las muchocientas españolas de las carestías del franquismo se entregaban a doña Elena Francis, que por supuesto era un hombre de aquellos años. Pero desconfío. Elena Francis comenzaba su consultorio con un "querida oyente" (póngase el nombre de la firmante en vez de oyente. Todo falso, las despreciaba. No es mi caso. Soy un alma sincera como pocas. Me preguntas por ese latinajo. Me podría lucir si te contesto, lo enuncias mal, es "iniuria verbis Absit", claro que originalmente la frase de Tito Livio era absit invidia verbo...Palabrería y vanidad.
Querida lectora la respuesta está en el link al que remito en el post. Aunque me extienda demasiado lo pego aquí:
La locuzione latina absit iniuria verbis (lett. "sia lontana l'ingiuria dalle parole") è una versione alterata di una frase di Tito Livio, che risulta originariamente absit invidia verbo, cioè "sia lontana l'ostilità dalla (mia) parola" (Ab Urbe condita, IX, 19, 15).
Il senso, in realtà, non muta di molto. In entrambi i casi, si sottolinea che il pensiero di chi parla esprime (o vorrebbe esprimere) un concetto obiettivo, non fraintendibile o interpretabile da chi ascolta, e soprattutto non offensivo nei suoi confronti. Ovvero, un'espressione attenuativa con la quale, normalmente, si accompagnano dichiarazioni che potrebbero apparire offensive, ma dette con franchezza e per amore di verità, o per riferire un giudizio dato da altri.
La frase è traducibile anche come Non vi sia offesa nelle parole.
A volte si riscontra anche la forma Absit iniuria verbo (con il termine verbum al singolare).
Como sé que todos mis lectores, y sobre todo lectoras, son inteligentes, no lo traduzco. Lo entenderán mejor así. Es algo que ya decía en el texto de esos latines. A lo más pondré un enxiemplo, como hacía el conde Juan Manuel para educar en la oscura edad Media.
Ayer recibí un e-mail de Paola, la supermamma de mi hija Martina, advirtíendome de que Martina tenía algo de fiebre. He de precisar que Paola y yo no vivimos juntos aunque compartimos los deberes con respecto a nostra meravigliosa figlia. La contesté reprochando su tardanza en comunicármelo sobre todo respecto al medio. Lo hacía a través de internet en un horario agonístico, pues yo debía ya estar transportándome a recoger a Martina a la salida de clase. Pues bien he aquí la lección,"la hostilidad está lejos de (mi) palabra": Iniuria verbis Absit. El pensamiento del orador expresa (o quiere expresar) un concepto objetivo, que no entienden ya la interpretación del oyente, y especialmente ofensivo para él. Es decir, la expresión atenuada con la que, normalmente, va acompañado de declaraciones que puede parecer ofensivo, pero dijo con franqueza y amor a la verdad, o para reportar un dictamen emitido por los demás. A mí sólo me movía mi amor paterno hacia Martina. Ella debía nadar con sólo 5 años por espacio de una hora. No era la primera vez que por defecto de comunicación yo no hubiera podido entender las razones de su negativa, de su pereza a nadar, atribuibles por tanto, sin el conocimiento de las causas objetivas, a los caprichos de una niña.
Puede parecer ofensivo, pero dije con franqueza y amor a la verdad, lo que además con premura era de notar en esos momentos: necesitaba de forma segura conocer esa debilidad física de Martina para decidir con ella si esa tarde habría piscina, pichina en italiano. Con ch francesa o, propiamente, italiana.