martes, 22 de septiembre de 2009

¡OTOÑO!


No escribiré nada de si el otoño es muy interesante: eso debe decirlo la gente madura, otoñal....
Aquí lo importante es que con él se va instaurando la vuelta al cole y la rutina, por lo que las estampas trágicas se suceden por doquier: el amigo Josetxu es inmejorable testigo de alguna de ellas:http://www.caducahoy.com/2009/09/la-infancia-atado-un-pupitre.html.

Allí, me refiero a Japón, el curso comienza en abril, apenas para en agosto ¡y mira que es pesado el calor del verano! Ikukito ya nos contó la ceremonia-de-comienzo-del-curso.html a su debido tiempo. Y nos habló con su gracia incomparable de las mochilas que se llaman "Randoseru":




"Yo también la tenía- nos dice-. Para los niños negras, y para las niñas rojas. Pero próximamente se puede elegir la de rosa. Por añadidura, tienen que llevar 6 años hasta que termine el curso. Entonces, cuando se graduan los niños, la forma de la mochila se transforma como una berenjena podrida por mal trato."



También el rey y unos señores muy pomposos han partipado en una ceremonia similar. Es una buena noticia, saber que la justicia ya no anda de vacaciones.
Y con las vacaciones y el verano se van esos amores debidos a las altas temperaturas (corporales). Brassens con su habitual elegancia lo contaba/cantaba recordando un día como hoy en que una dama muy desconsiderada lo mandó a freír espárragos*, más que con melancolía con altivez: "Et c'est triste de n'être plus triste sans vous" fue su conclusión. No es que se vengue por los pañuelos gastados mostrando su indiferencia. Íntimamente le pesa su indiferencia, en cuanto a ella, o más bien el recuerdo de ese 22 de septiembre, se la trae floja*. Je m'en fous.

http://www.youtube.com/watch?v=aOZTjlrU8M0

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* El uso de estas coloquiales expresiones es un guiño más a la(s) japonesas que aprenden castellano, ¡incluso y a pesar de leer mi blog!

LE 22 SEPTEMBRE
(Georges Brassens)

Un vingt-deux de septembre au diable vous partites,
Et, depuis, chaque année, à la date susdite,
Je mouillais mon mouchoir en souvenir de vous...
Or, nous y revoilà, mais je reste de pierre,
Plus une seule larme à me mettre aux paupières:
Le vingt-deux de septembre, aujourd'hui, je m'en fous.


On ne reverra plus au temps des feuilles mortes,
Cette âme en peine qui me ressemble et qui porte
Le deuil de chaque feuille en souvenir de vous...
Que le brave Prévert et ses escargots veuillent
Bien se passer de moi pour enterrer les feuilles:
Le vingt-deux de septembre, aujourd'hui, je m'en fous.


Jadis, ouvrant mes bras comme une paire d'ailes,
Je montais jusqu'au ciel pour suivre l'hirondelle.
Et me rompais les os en souvenir de vous...
Le complexe d'Icare à présent m'abandonne,
L'hirondelle en partant ne fera plus l'automne:
Le vingt-deux de septembre, aujourd'hui, je m'en fous.


Pieusement noué d'un bout de vos dentelles,
J'avais, sur ma fenêtre, un bouquet d'immortelles
Que j'arrosais de pleurs en souvenir de vous...
Je m'en vais les offrir au premier mort qui passe,
Les regrets éternels à présent me dépassent:
Le vingt-deux de septembre, aujourd'hui, je m'en fous.


Désormais, le petit bout de coeur qui me reste
Ne traversera plus l'équinoxe funeste
En battant la breloque en souvenir de vous...
Il a craché sa flamme et ses cendres s'éteignent,
A peine y pourrait-on rôtir quatre châtaignes:
Le vingt-deux de septembre, aujourd'hui, je m'en fous.


Et c'est triste de n'être plus triste sans vous.



(Dedicado a Oto y a su papá Otoski).

lunes, 21 de septiembre de 2009

Sobre el Plan estratégico para la Modernización del Sistema de Justicia



En el último Consejo de Ministros se ha aprobado/plan/modernizacion/Justicia. Últimamente el Gobierno de Zapatero corre que se las pela. Pregunten al Cebrianín y los de Prisa de cómo las gastan. Casualmente con la misma agostidad que perpetraron el decreto de la TDT de pago pasaron a consulta a la llamada sociedad civil su plan estratégico para la modernización del sistema de justicia. Y tan estratégico que se han tenido que pasar por el forro todas las aportaciones que les hayan llegado, dado que ¡ya! han aprobado su plan. No sé porqué me tome la molestia –visto el caso que ya presuponía- en examinar el documento que nos ofrecían para aportar mi análisis a la comisión ad hoc del Consejo Estatal del Pueblo Gitano. Lo que sigue es un poco convencido repaso a ese mero trámite burocrático que fue la interlocución de su proyecto. Puro talante. Y una muestra bajando a la realidad de lo que prometen:
http://www.elpais.com/articulo/espana/Embargos/bonobus/mano/elpepiesp/20090918elpepinac_18/Tes. La denuncia partió de aquí: http://www.fsap.ccoo.es/webfscandalucia/menu.do?Justicia:Noticias:64228.

Daría para un lucido artículo el análisis de la jerga empleada y, a lo que me temo, desgraciadamente usual, en lo que se nos dice constituir un “Plan estratégico para la Modernización del Sistema de Justicia”. Andan de suerte ya que el académico Lázaro Carreter nos dejó (también Baroja hace más tiempo); y otros ensayistas de nuestra lengua como Alex Grijelmo, a su vez, andarán de vacaciones. Bueno, pues en plenas vacaciones nos llega este documento plagado de anglicismos/americanismos (“concientización”), de complejos cientificistas (“enfatizando las vertientes de arquitectura organizativa”, “Eje 1 de la modernización organizativa de la administración de justicia, EE1.3 Reingeniería de la organización judicial”), de repeticiones y discordancias cuya prolijidad hace enojosa su enumeración (repásese a título de ejemplo el último párrafo de la presentación), etc., que, sin embargo, quiere ser adalid de la modernidad. Por cierto, palabra ésta, fetiche donde las haya, y por lo visto, la era del gobierno González no la agotó lo suficiente.
Entramos ya sucintamente en materia. Y no puede ser tampoco sino negando el “contexto”, es decir, la realidad de la situación de la justicia que describen: no puede entenderse de otra manera que como sarcasmo el aserto de que “la inmensa mayoría (¡!) de los más de ocho millones de asuntos que entran cada año en el sistema judicial se resuelven en tiempo y forma razonables”
¿De qué razonabilidad nos hablan los redactores del documento? La justicia por definición si no viene a “dar a cada uno lo suyo”, por usar una regla aristotélica, y reparar el mal causado más pronto que tarde no es ya justicia. Porque la justicia que no se ejecuta no es más que papel…Viene aquí al pelo el dicho “justicia tardía, justicia baldía” o la tan oída maldición calí equivalente “pleitos tengas y los ganes”. De esa inmensa mayoría de 8 millones de asuntos que entran cada año si vamos por partes como haría Jack el destripador (perdonen por el dudoso chiste)

resulta que:
En el orden penal, que ocupa la mayor parte, es cierto que la mayoría de las denuncias nacen muertas lo que estadísticamente puede ayudar a presentar como resueltas (por archivo, “sobreseimiento provisional”) lo que no dejan de ser fallas del sistema. Los delitos- masa como los son los robos y hurtos se cometen impunemente en un 90% de los casos. O bien porque no se denuncian o porque no se acometen las investigaciones policiales y la instrucción judicial que pudieran paliar “la falta de autor” o la “acreditación delictiva de los hechos” de esa inmensa mayoría de los atestados.
En cuantos a los asuntos vivos, de ningún modo puede presentarse como razonable la dilación por años o incluso por lustros de las llamadas “diligencias previas” o “procedimientos abreviados”, añádase la fase del juicio y de ejecución, y ya me dirán. Porque ya que hemos nombrado la ejecución (de las sentencias, se entiende), acabamos de nombrar la soga en la casa del ahorcado. No olvidemos que todo esto es la reacción ante el llamado caso de la niña Mari Luz, asesinada porque el asesino andaba suelto, pese a haber sido condenado judicialmente pero nunca ejecutado. La falta de modernización en los medios de la administración de justicia es cierto hizo posible tan lamentable tragedia. La centralización informática imperante en Tráfico y Hacienda que podemos notar en nuestros bolsillos no llega al corazón de la justicia. A pesar de cobrarse muertos y un capital humano, que medido en dolor sería infinito, la realidad es que ese incremento presupuestario “sostenido en los recursos de la justicia del 10% anual” ha sido menor durante el último año en un 5,6 respecto de las demás administraciones.
En España no hay estadísticas sobre errores judiciales (parece como si el célebre crimen de Cuenca aún pesara en esta omisión, cuya enmienda sin duda ayudaría a conocer qué falla en el sistema y a corregirlo), cuando los errores se producen con afrentosa frecuencia; sea por malas prácticas, sea por negligencia, indolencia, ineficacia o ineficiencia, sea por la creciente entropía que amenaza la evolución de todos los procedimientos.
En el resto de jurisdicciones no apostaría porque hayan mejorado, sino todo lo contrario. Como ciudadano me consta que una reclamación administrativa a la Hacienda Pública sigue costando años, más tiempo y sobre todo la certeza de que la “efectividad” de los derechos en liza conllevará inevitablemente la continuación en vía judicial, otra fase del cuello de la botella a contar desde la presentación de la demanda hasta su verdadero trámite. Unido a recursos, que de terminar en el Tribunal Supremo eternizan todo plazo razonable de dejar dicha y concreta la palabra de la ley.
En cuanto a la jurisdicción civil y mercantil, van para 100 sólo los juzgados de Madrid. Efectivamente, los efectos de “un funcionamiento no plenamente eficiente de ésta (la Justicia) sobre la economía” son desastrosos, más “en el contexto actual de incertidumbre económica”. “Considerar a la Justicia como un elemento estratégico para la dinamización económica” pasa más por un cambio de modelo (se hace inevitable una mirada sobre el anglosajón) que por un aumento, siempre por detrás, de los recursos.
En el orden social, las antiguas magistraturas de trabajo de la era franquista, que orgánicamente escapaban de esta jurisdicción, debido a la actual crisis se han incorporado al retraso mastodóntico de sus hermanas de más pedigrí. Por obra del abuso de los llamados EREs, expedientes de regulación de empleo, y de las tempestades catastróficas de las demás suertes del despido y de las condiciones laborales.
Y esa opinión pública desfavorable de la que desde instancias del poder sempiternamente se quejan por no entender sus esfuerzos seguirá siendo tal mientras no procuren erradicar todas las disfunciones, atrasos y deficiencias apuntadas. Una vez más, nos quieren vender políticamente que todo se basa en que no han sabido transmitir sus esfuerzos de gestión. No nos confundan, para eso sí que son muy hábiles, lo que está por demostrar son los resultados. Que cualquier encuesta ciudadana muestre un imparable empeoramiento en la “percepción” de la justicia y de los jueces no puede imputarse al obstinado empecinamiento de los consultados por negar las mejoras burocráticas que el Ministerio nos presenta. A su parecer, debemos ser refractarios a las miríficas virtualidades de la ingeniería, perdón, “reingeniería de la organización judicial”.
Dentro del cuadro que relaciona ejes y programas me interesa especialmente el llamado “EE3: Garantías en defensa de los derechos y la seguridad de los ciudadanos”, en concreto, los siguientes programas:
-Transparencia y acceso a la información.
-Tutela judicial efectiva como servicio público… ¡ay, los prejuicios!
-Promoción y protección de Derechos.
- Desarrollo de la Carta de Derechos del ciudadano.
Que si no entiendo mal se desarrollará a través de otros 4 ejes:
“Actuaciones Normativas, de infraestructuras, de Organización y de Recursos Humanos”.


Y ello en la medida en que pudieran proyectarse sobre la comunidad gitana.
Sabido es que la justicia se representa con una venda, y de ahí, eso de que la justicia es ciega. Pero no es ciega, sino tuerta y bizca de tanto mirar a hurtadillas –si se permite la inocente expresión- la diferente calidad de sus clientes, llámense procesados, demandados, condenados, querellantes, denunciantes…Es clasista, si no miren la extracción social de magistrados y fiscales. Con la democracia y el desarrollo social de las últimas décadas tampoco ha cambiado mucho. Con razón hay quien dice que es el poder más impermeable de todos los heredados del franquismo. El Código Civil suministra los criterios generales de interpretación de las normas. Entre ellos “la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas” (art. 3.1). De lo que no abastece el poder Judicial es de hornadas de jueces con la preparación necesaria para atender a esa regla. Un déficit democrático del que no hay ni atisbo de remedo.
Y está politizada:
Un Tribunal Constitucional varado ante su pronunciamiento sobre el Estatut.
Un Tribunal Supremo que rezuma in saecula saeculorum la ideología rancia de sus mayores. Caso(s) Garzón.
Una Audiencia Nacional de excepción entre su busca errabunda de una justicia universal que la redima de su pecado original y su competencia también exorbitante del juez natural en los asuntos domésticos. Otro residuo guardián del orden público heredado.
Con estos mimbres resulta extravagante cuando menos exigir de los poderes públicos, y de la Administración de Justicia en particular, una reparación histórica hacia la comunidad gitana; y menos aún, un efectivo reconocimiento de su condición de pueblo en los términos que el menguado preámbulo constitucional proclama:

Proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones.

Pues eso.

sábado, 19 de septiembre de 2009

El experimento de Milgram, el azar y Tony King (un recuerdo de mi diario).


Sigo leyendo el blog de Javier Ortiz, que mantiene muy vivo el amigo Mikel Iturria*. Por ello mismo lo mantengo por encima del resto de mis afinidades. El apunte de hace unos días (http://www.javierortiz.net/jor/jamaica/quien-tiro-la-piedra) me ha recordado al personaje objeto de ese remedo linchamiento: El asesino de Rocío Vaninkof. No puedo decir que tuve el gusto de conocerle, pero sí puedo dar cuenta de una visita que por gajes de mi oficio me correspondió hacerle. Lo que transcribo es tal cual lo reflejado en una especie de diario hecho para la ocasión. Nunca lo he publicado. Hoy lo dejo descuidado encima de la mesa para que alguno de mis huéspedes pueda hojearlo como sin querer. ¡Pero sin pasaros, eh!, si no tendré que hacer como el difunto Castilla del Pino, que lo rotulaba convenientemente en Deutsch, Tagebuch, para evitar miradas curiosas. ¿Tomaría la precaución de escribirlo también en alemán?

Lunes, 15 de diciembre 2003.

Alexander Tony King.-

Leo en la prensa Los delitos contra la propiedad bajan, aunque aumentan los homicidios y las violaciones, Tony King iba para rey de estos últimos. Acabo de “visitarlo”, sabía que más pronto que tarde podría suceder. De casualidades o no quiero hablar. Estoy terminando de leer Modernidad y Holocausto de Zigmunt Bauman, en concreto, el sábado antes de comer el cap. La ética de la obediencia (lectura de Milgram). Por la tarde debo devolver 2 pelis al video-club (2ª vez que lo hago en varios años, me refiero a cogerlas, no a que no las devuelva). Había ido a por Nueve Reinas y de 2ª tras alguna duda elegí Das Experiment, que no llegué a ver en los Alphaville de Madrid. La veo y veo a Milgram por todas partes, aunque el experimento basado en hechos reales no fue el de este psicólogo. Joder si lo intento no ilustro mejor la sobremesa.
Tras el domingo primaveral de parque y pescaíto, esta mañana vuelvo a la realidad del trabajo. Salgo de casa a las 9 y me sacude un terral, propio de agosto. Los termómetros, esta vez no engañan, 20 grados, si se prefieren las cifras. Me entero de que tenemos que ir una comisión a notificar al famoso King sobre una presunta tentativa de violación, cometida sólo unos días antes de su célebre detención. Mi compañero lee la denuncia grosso modo, nada de particular, para que seguir, pero mi avidez de lector aprovecha el trayecto en el taxi para dar cumplida cuenta. La denunciante, también inglesa y ni papa de español, a pesar de trabajar aquí (claro que en un PUB, que como la propia palabra, es de ingleses. De esto hablaré después) esperó unos días a una amiga que hiciera de intérprete para denunciar en comisaría. En las ampliatorias tras la captura de King hace un relato de los hechos más amplio e, incomprensiblemente, en su inicial denuncia omite muchos aspectos relevantes, a la vez que contradictorios.
Llegamos a la prisión, mi compañero prefiere que lo suban a los locutorios. Mira mejor pasamos por las oficinas. Nos confirman que para subirlo tendrían que montar un buen numerito. Por norma general a los asesinos los sirven aparte, después de los veintitantos que llevamos. Vamos a su módulo. Sin intermediarios todo es tan rápido que corremos el riesgo de pillarlo en la cama y despeinado. Nos “recibe” en su celda tras los barrotes: lo único que me recuerda que estoy en una prisión real, no como la del experimento. La comparte con otro inglés, que hace las veces de intérprete. Si no fuera porque solícitamente se dirige a nosotros no le reconocería. Bueno, es que no le reconozco. Los funcionarios de prisiones le llaman y el responde. Si lo hubiera hecho el otro, yo me hubiera quedado igual. Lleva bigote, una incipiente barriguita, es de una estatura muy media. Con pantalones cortos, tal vez un bañador, no dejamos de estar en la costa del sol; y un sweater. Su bigote no le hace más fiero, sino más simpático, o perdón, ayuda a ver en él, junto con los demás rasgos descritos, un aire más familiar. (Perdón, de nuevo, parece un colega enrollado, pero, ¿cómo nos puede caer bien un serial killer? A esto con la ayuda de Arendt, es susodicho Bauman y otros autores responderé al final) Mientras escribo me fijo en sus piernas. En la denuncia que tengo en mis manos la víctima se fijó en que eran muy atléticas. Y lo son, es el único dato que corroboro. Este intervalo lo aprovecha para preguntarme (lo hacen a menudo) porque no recibe las notificaciones en inglés. Tiene en parte razón. Un verdadero intérprete debía leerle o al menos resumirle el contenido de lo notificado en la lengua para el más comprensible. Otra cosa es tercermundista, como una vez indignado señaló un juez de guardia en Plaza Castilla (aunque para otras cosas no hacía ascos, dicho sea de paso). Lo que tampoco pueden pretender es que el inglés pase a ser nuestra lengua oficial, ni es de recibo que se quejen, sobremanera, de que hablamos español. Hasta ahora a ningún árabe se le ha ocurrido saludarme (en el mismo ámbito o en otro) con un “En árabe solamente”, dicho en árabe, of course, o a un balcánico, diciéndome que sólo entiende serbocroata, etc. En resumidas cuentas, el problema es creciente, dado que cada vez son más los inmigrantes por estos pagos, bien tengamos el gusto de llamarles turistas o de aquellos otros a los que reservamos la categoría toda. Si la Justicia es nuestra particular Cenicienta, en esto no nos íbamos a parecer a las Naciones Unidas.
Han sido unos pocos minutos, pero como otras veces, una excelente clase práctica. Abandono los reales pasillos carcelarios, absorto en mis asociaciones, 50% de azar y el otro 50 intuyo que lo pongo yo. La película recién vista, la obra citada de Bauman. Recapitulo alguna conclusión ya sabida:

Sobre “la solicitud de cooperación a las víctimas” (en el experimento, en el holocausto o de los presos reales), como arriba he barruntado, para mantener el tinglado burocrático, su eficiencia, el juego de autoridad.
Incluyo “la deshumanización de los objetos burocráticos”. A la víctima, también al presidiario, se la extraña de su humanidad, se la despoja de sus rasgos identitarios, se aniquila para que no dé problemas. En tanto, los verdugos o cualquier suerte de burócratas refuerzan los lazos de complicidad.
Y termino, contestando a la pregunta que me hacía de porqué pueden caer bien los asesinos. Pues, que como los nazis, tienen toda la apariencia de buenas personas, vecinos y familiares. Por mucho, que desde el poder quieran resucitar a Lombroso y Cía para estigmatizar a árabes y vascos, el criminal puede serlo cualquiera, más si media una relación de obediencia como bien saben los amos del mundo y señores de la guerra, y a la vez mayores criminales. ¡Sí lo sabrán ellos! Y, por supuesto, los experimentos de Stanley_Milgram fueron silenciados de mil maneras. Of course.
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* El de hoy es genial http://www.javierortiz.net/jor/jamaica/woody-allen. Forma parte de esas intimidades con que nos regalaba Javier, precisamente hablando de un genio como Woody Allen. Muy instructivo su reconocimiento. El cineasta puede parece plasta hablando siempre de sí mismo. Pero de qué puede mejor hablar cada vecino, incluido el de Manathan, que de uno mismo. Lo dejó muy bien dicho Montaigne en sus Essai:
"Je suis moi-même la matière de mon livre".

martes, 8 de septiembre de 2009

Debió suceder un 8 de septiembre

Hace ahora 5 años publiqué una primera versión de un luctuoso suceso que por fortuna quedó en susto. Hubo una virgen local que sufrió algunos rasguños. Por suerte también la cosa no llegó a más, ya que es de madera. En ese sentido es la única virgen local y podría haber dicho "la" virgen local, que además es la patrona de la localidad donde nací. Esta es la versión definitiva ¡por ahora! La he limpiado un tanto y añadido algún testimonio histórico, como se verá, donde antes mi memoria sólo filtraba rumores. Como sucede con los manuales del nuevo curso, cabe decir que se trata de una nueva edición, revisada, pero no aumentada, sino disminuida. (Espero que en cantidad, no en calidad).

8 de septiembre: "Desde muy antiguo se tienen noticias de esta fiesta de la Virgen, primero en Oriente y luego en la Iglesia universal. Esta festividad, en la que se conmemora el nacimiento de la que habría de ser la Madre de Dios, y también Madre nuestra, está llena de alegría. Su llegada al mundo es el anuncio de la Redención ya próxima. Muchos pueblos y ciudades, bajo diversas advocaciones, celebran hoy a su Patrona."
(http://foros.marianistas.org/calendar.php?s=&month=7&year=2009&do=&c=2)

Como el 8 de septiembre la España de ahora labora en las ciudades, muchos pueblos como el mío la han adelantado a finales de agosto. A mí me parece más práctico y aunque no soy entendido, salvo prueba en contrario de que la madre de Jesús naciera efectivamente un 8 de septiembre, no encuentro motivo de oposición al cambio de la fecha.
En todo caso y yendo a los hechos, de haber seguido siendo un 8 de septiembre no se sabe lo que habría pasado. Si sabemos lo que pasó al lado de la ermita de la Junquera el último sábado de agosto cuando un automovilista con su bólido arroyó a la Virgen. Apenas acababa de iniciar el retorno hacia el altar de la iglesia subida a un carro de ruedas tirado no por bueyes sino por prebostes locales (escribo prebostes porque esta palabra es aún más sonajera para oídos no españoles); cuando éstos huyeron despavoridos saltando por los aires la Junquera, besando el suelo de la carretera, perdiendo su mano, su corona, sus flores y su niño Jesús.
Yo no lo vi, yo esperaba su regreso a la entrada de la villa. Eran las siete de la tarde, comenzaba a caer un sol radiante que debió cegar al conductor, que ni siquiera alcanzó a ver la espalda de la imagen virginal. Los minutos pasaban y se oyeron algunas voces, a las que muchos no dimos demasiado crédito. Hablaban de una catástrofe, de que un coche se había llevado por medio a la virgen y a cuantos la seguían en procesión. Una vecina me hizo un gesto elocuente sobre el inopinado informador. Preferimos no creerle pero el tiempo vino a demostrar que algo sí estaba pasando. Aunque, todos a salvo, el impacto fue muy grande. La gente volvía en silencio, por el arcén, temerosa, sin su patrona.
Devuelta a su morada nos acercamos a contemplarla. Por fortuna, el daño material no había sido muy grande. Pero tampoco tiene demasiada fortuna nuestra virgen de Junquera. Un sábado antes había estado allí mismo contemplando una foto de la original. Porque ella es una pálida copia de la auténtica y bellísima talla de madera policromada del siglo XIV, que está en un museo de Barcelona y que no hace mucho en una exposición regional pudimos ver. (Durante la guerra el párroco, Gaudencio Pedrosa García acusó a los republicanos de quemarla, cuando posteriormente se supo de su nueva ubicación en el museo Marés, a los represaliados se les culpó injustamente del latrocinio y venta. Porque lo cierto es que el incendio de la talla en la ermita fue simulado y sirvió de acusación en los numerosos expedientes de Responsabilidades Políticas. En cambio, el historiador riojano Pérez Escohotado hablaba en un artículo, "Al rescate de Nuestra Señora de Junquera" del precio puesto por "un párroco en apuros" y del ecónomo de un obispado que la convirtieron en pieza de museo, con una indiferencia religiosa más propia de mercaderes. Este comercio a costa de sangre inocente, según algunos testimonios más fundados y menos interesados que las torpes acusaciones de su quema, enriqueció a la familia del cura residente en Espinosa de los Monteros) (1). Por suerte, también esta vez, la factura será más civilizada, en euros, sin una gota de sangre, como bien adelantó el joven párroco al día siguiente.
No me quise perder la homilía del domingo, el día grande. Pero sólo la homilía. Dentro del templo no se cabía, lo que se dice y eso que es bastante amplio. El sacerdote o nuestro cura bressoniano de campagne se hizo esperar. Pasaba de la una de la ya tarde cuando un moderno automóvil se acercó al pórtico de la entrada. Efectivamente, era el cura al que esperaban dentro. Con apostura salió del coche, que como sucede en las películas no se tomó la molestia de cerrar. Con paso resuelto se condujo al interior. Y bajo su estela entré yo. Fue, no quiero contradecirme, momentos antes de su homilía. Habló del don de la vida, que se la debemos a nuestros padres (Yo entendí que sólo se refería a los padres terrenales, pero no soy muy de fiar). Hábilmente enlazó con lo del aborto con lo que yo me transporté al 25 de julio y a Santiago y me pregunté qué coño hacía Zapatero allí. Si había ido a rezar o a aprender. Pero la oratoria del joven cura que no parecía de aldea brillaba y enlazaba ya con el milagro de ayer, pues como milagro calificaba a lo sucedido. Supongo que en sus labios autorizados no se correspondía con una manera exagerada, ni menos vulgar, de expresarse. Tampoco me quedaba muy claro a que se circunscribía: si a la virgen que había parado el golpe y salvado, por tanto, a todos. O a que a la virgen que se había llevado todo el golpe apenas perdió una mano, etc. Entonces me volví a transportar al pasado pero sin salir de la iglesia. Me explico: Me imaginé a don Teodoro que había sido el cura de toda la vida, si bien yo era muy pequeño para saber de él, sino por referencias. Traté de pensar cuál hubiera sido su sermón. Porque don Teodoro si que hubiera echao lo que se dice -y así lo entendemos todos- un buen sermón. Y un sermón de los de antes. Como está mandao. Para empezar don Teodoro era más cura hasta en el nombre, aunque eso no fuera cosa de él, sino de sus padres terrenales, supongo. Digo más cura porque antes un cura era mucho cura en un pueblo. ¡Y qué leches milagro! Don Teodoro se hubiera cagao en Dios y en los que abandonaron a la virgen de Junquera, tal vez haciendo alguna excepción entre los mencionados prebostes, supongo. (2) En fin, como la homilía se extendía más de lo aconsejable –para mí que no tengo costumbre- salí a la plaza y regresé, a mi tiempo y a mi retoño. Eso sí confundido con las palabras del santo varón, que aún resonaban en mí, unas veces para, en efecto, no perder de vista que el atropello lo había sufrido un pedazo de madera, y otras para valorar que aquello era una imagen, aunque copia de otra más bella imagen, que representaba a la virgen María con su hijo Jesús. Y el buen sacerdote había nombrado a Manoli, que lloró ante ese trozo de madera convertido en imagen rota de otra imagen. Y yo vi salir a Manoli, después, aún emocionada. Y regresé a los tiempos estudiantiles que compartí con ella (3).
Y miré la cuesta de la plaza tan corta como antaño me resultaba empinada. Porque ahí inicié mi pasión por la bicicleta. Y recordé todas las carreras que he corrido, muchas veces (salvo cuando venían otras cuestas de la plaza) en la retaguardia, y sin embargo, más seguro que cerrando una procesión sin guardia civiles, que no cerraron al tráfico una carretera local. Porque yo corría con los guardiaciviles detrás que me protegían, como después los ertzainas o los gendarmes (4).
A las dos, a la salida de la misa, la plaza se fue llenando como en las buenas ocasiones, los danzadores y danzadoras danzaban, los gaiteros tocaban y yo estaba extraño con mis propios pensamientos, que conmigo sólo iban.
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(1) Testimonio de Florinda Ortiz, hija del alcalde de Treviana, don Santiago Ortiz Güemes, asesinado en la Barranca de Lardero (http://www.represionrioja.com/labarranca/labarranca.htm), recogido en el monumental trabajo aparecido el año pasado“Aquí nunca pasó nada, La Rioja 1936” de Jesús V. Aguirre, el ex-componente del grupo Folk reivindicativo riojano de los años de la transición "Carmen, Jesús e Iñaki". Si de paso os pica la curiosidad, el propio Jesús Vicente habla de aquellos tiempos aquí: http://carjesina.iespana.es/.
(2) He de aclarar si se me permiten las sacrílegas licencias ut supra, que, don Teodoro no fue un cura trabucaire como su predecesor.
(3) Manuela Olalla Ortiz es nieta de don Santiago Ortiz Güemes, el alcalde republicano de los años 30. Lleva el nombre de su abuela y junto a su madre aporta uno de los testimonios más valiosos y emotivos de la obra citada en la primera nota. Al menos es mi sentir.
(4) Al siguiente día de escribir estas líneas leo en la prensa nacional la noticia del atropello por parte de un automovilista que se dio a la fuga de un ciclista que participaba en una carrera de juveniles por tierras también riojanas.
(5) Lo relatado puede verse en el iutú: http://www.youtube.com/watch?v=oVqxfNV9L9I
Siento no haber avisado antes, mentira: ¡es para que me leáis!

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Ruiz-Giménez, laínes, ridruejos y otros fantasmas del pasado

(Obituario de Joaquín Ruiz-Giménez)

El elegante escritor de la primera hora fascista Eugenio Montes requería avanzados los tiempos de su ex camarada Dionisio Ridruejo un decoroso retiro y silencio. No quería hacerle el feo de recordar sus soflamas de propagandista del régimen y demás servicios prestados, pero de hecho no podía olvidarlo. Más o menos venía a decirle, Dionisio no se puede ser la novia del fascismo y el padre adelantado y aventajado de la transición. Su colega Goebbels y otros significados nazis no tuvieron una segunda oportunidad. Para a quienes todo esto les suene a heterodoxo les recuerdo por si no lo saben que las discrepancias del soriano parten del alejamiento del “Nuevo Estado” con respecto al eje Berlín- Roma. Las cuales las manifestó en persona (solicitó una audiencia que le fue concedida) al caudillo y durante años pudo hacer oposición, no sin su condescendencia. Sería por esos servicios prestados, y porque, a fin de cuentas, seguía siendo “uno de los nuestros”. Es la misma doble baraja con la que jugaban los laínes, incluso el Pemán, que ya tenían preparado en un cajón sus pliegos de descargos, a la vez que mantenían amistades y negocios con las buenas familias del régimen. (Echen un vistazo al muy recomendable seguimiento de “Ricos por la guerra de España” de Mariano Sánchez Soler).
Jordi Gracia se ha convertido en el mayor estudioso del poeta falangista y de la elite circundante, para la historia oficial: ilustres precursores de la presente democracia. Sólo a este profesor tan brillante se le pueden ocurrir un oxímoron de ese mismo jaez: la resistencia silenciosa.
El caso de Ridruejo en los espejos de la actual España democrática es el arquetipo perfecto para la necrológica que hoy pretendo comentar al hilo de algunos de los más solventes artículos aparecidos para la ocasión.
Me sorprende especialmente el recuerdo, desde luego muy personal, del economista José Manuel Naredo en Público:

“Joaquín Ruiz-Giménez tuvo desde siempre hondas convicciones social-cristianas que le hicieron alejarse del régimen franquista desde que dejó de ser Ministro de Educación".






Hay frases que se comentan solas. Como que esas arraigadas convicciones hondas social-cristianas no le impidieran apartarse del régimen franquista, justo hasta que éste le apartara de sus funciones de ministro. Tampoco la atroz represión de Asturias por las huelgas mineras del 62 le impidió aceptar el cargo (y/o abandonarlo) de consejero nacional del Movimiento ese mismo año. En su descargo, que él nunca necesitó escribir*, en esas mismas circunstancias fundó Cuadernos para el Diálogo, supongo que dentro de un orden.
Gregorio Peces-Barba en el País nos trae esta semblanza:



“(...) defendía la moderación, el respeto y la amistad cívica para cambiar las mentalidades de la dialéctica del odio y del amigo-enemigo, horribles trazas de la Guerra Civil. Fue un cristiano ejemplar, modesto, discreto, no dogmático, tolerante y respetuoso con las personas y las ideas. Le horrorizaba pensar que uno de los objetivos de los vencedores de la Guerra Civil fuese exterminar las ideas de los perdedores, exterminando las personas que las representaban".

Con ese exterminio convivió en los duros 40 (es un eufemismo) como director del Instituto de Cultura Hispánica. ¿Contra ese horror qué pudo hacer por las ideas -no digo ya de las personas- de los vencidos para esa cultura hispánica triunfante?
Elías Díaz, socialdemócrata y pulcrísimo catedrático de Filosofía del Derecho, como Peces Barba y el común maestro glosado, parece tener presentes esos fantasmas del pasado desde el mismo periódico que su colega, aunque para inclinar benevolentemente la balanza a su favor.

"Ahora, en estos tristes momentos, me consuela poderle evocar en la imagen, en la realidad de un hombre que ha ido siempre a más, que supo ir siempre a mejor, a mucho mejor en su trayectoria vital, pública y privada. Ahora, en estos tristes momentos, me consuela poderle evocar en la imagen, en la realidad de un hombre que ha ido siempre a más, que supo ir siempre a mejor, a mucho mejor en su trayectoria vital, pública y privada".


Hombre, don Elías, con esos precedentes, así cualquiera.
Nadie duda de la calidad y bonhomía del personaje. Otra cosa es el tabú que impide un análisis –menos de circunstancias- y más sosegado de todas las caras públicas y aristas de estos prohombres. Tiene mucho de retórica laudatoria compuesta para la ocasión preguntarse “¿qué es lo que impidió que Joaquín Ruiz-Giménez tuviera un puesto al sol en el liderazgo de la nueva democracia? Se responde el antes citado Naredo con el consabido panegírico. Por lo visto han de pasar unas cuantas generaciones para entender que su salida de la escena política fue más bien involuntaria. Él, Ridruejo o Tierno Galván, por nombrar a otro sublime profesor, se quedaron descolocados por los Martines Villas y Fragas de más adentro. Estos, como ellos mismos han explicado muy bien en los Anales de la Santa Transición fueron los verdaderos artífices del cambio y nunca perdieron su silla. Antes hemos aludido a las dobles barajas. En un juego de tahúres (así llamó Guerra a Suárez, http://www.elmundo.es/papel/hemeroteca/1995/11/23/ultima/602982.html) era imposible que todos ganaran. Les queda a esta pléyade de maestros el consuelo del honor de los vencidos. ¿O les quedará ancha también esta etiqueta?

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* Tomás y Valiente públicamente en su condición de catedrático de Historia del Derecho le instó a dar a conocer “lo mucho que él sabe del franquismo desde dentro y desde enfrente”. Un ejemplo más. Como embajador en el Vaticano colaboró en la elaboración del Concordato con la Santa Sede de 1953. 20 años después se inclinaba “inequívocamente” hacia su derogación y “a la formulación de un estatuto o ley general para todas las iglesias y confesiones”, sin “carácter de privilegio respecto a los demás ciudadanos” (El País, 28-8-09).