domingo, 28 de marzo de 2010

Leer y escribir (apunte biográfico)


A este modesto colaborador en medios digitales alguna vez le han pedido que trace un breve perfil curricular, luego la verdad, no sé que han hecho con él, si lo han publicado o donde aparece. Me acaban de pedir para otro negocio algo igualmente relacionado con esta ocupación de dos de mis yemas digitales. Han dado en la diana: Leer y escribir son dos de mis aficiones favoritas. Por suerte, no se acuerdan de la primera, que diría Woody Allen o por citar a otro genial director de actualidad, Polanski.
Os paso el texto que me ha salido, a ver que os parece.

* * *
No conozco a nadie que escriba y no lea. Por tanto, primero es leer.
Hay mucha gente que lee y no escribe, pero cuesta entender que se lea mucho y al menos no se tenga la tentación de emborronar un papel, como a menudo hace mi hija de 5 años, o puestos al día, darle a la tecla.
Cuando el padre de mi hija tenía su misma edad ya leía periódicos, bueno era siempre el mismo: La Rioja, por entonces la Nueva Rioja desde el año 36. De mis primeras escrituras recuerdo como la más emotiva la redacción de encargo, por cierto como ésta, con motivo de la muerte de mi perrito, el cual por cosa de mis hermanas tenía nombre de mujer de Hollywood. Luego en el instituto llegué a dirigir un periódico que acaso era trimestral llamado Mamotreto, y al que por no darme ínfulas no me atreví a cambiarle el nombre. Nada importante. Debí sentir la llamada de la Vocación, pero entonces las facultades de periodismo no gozaban de gran prestigio. Supongo que como ahora. Tal vez la del Opus de Pamplona, pero me daba repelús. Ni había muchas. La de Lejona tampoco me caía lejos, pero ya digo, no era eso. Hice Derecho en Zaragoza también desoyendo a mi profesor de Griego salmantino, el cual se cogió un berrinche por no seguir ¡los pasos de Unamuno!
Con casi 30 años de perspectiva estoy en condiciones de asegurar que en ambos casos me equivoqué. La cabra tira al monte y el Derecho es asunto grave de gentes de capital. Que se lo digan si no a los arrampladores de Gürtel, Garzón y sus colegas del Supremo. Como dijo el poeta, y ya lo sabía y recitaba entonces, soy piedra ligera, aventurera, que no valgo para ser piedra de una iglesia, ni de una audiencia…Aunque, cosas de la vida, ahí me tenéis. Tirando al monte y recién seleccionado para impartir a mis compañeros de la Justicia la revolución procesal que se avecina con el nuevo modelo de oficina judicial. Bueno, hablar de revolución en el ultraconservador mundo del derecho, ya sabrán que no será para tanto. Lo más que pueda suceder, probablemente como en los tiempos de Maura, es que la revolución desde arriba y desde dentro apunte a la gente de los balcones y resulte algún herido de rebote por mirón, por pasar por ahí.
Abandoné provisionalmente la Justicia por la Universidad, por la que tampoco nunca sentí pasión. El resultado es que me he hartado de leer textos de filosofía moral, política y jurídica, en muchas ocasiones tan plúmbeos como los manuales de derecho tributario, procesal y administrativo. Con el agravante los primeros de su infertilidad e inutilidad.
A estas anomalías y dispersión responden la mayoría de mis artículos. A los pocos incautos que se acercan a ellos les cuesta un riñón ubicarme. ¿Quién es este tipo capaz un día de escribir lo mismo sobre cine, que sobre economía, de una sentencia del Constitucional, que de latines, de política, de historia, cultura o la nueva era de Internet?
Sin duda un irresponsable. Lo que se come se ca…Pues de tanta lectura indigesta, ¡qué se podía esperar?

sábado, 20 de marzo de 2010

El inquietante Vázque Montalbán

Se decía de Vázquez Montalbán que escribía más que nadie y que estaba mejor informado que nadie. Empezó a escribir cuando un servidor no había nacido, 1960, y es algo que lamentaré siempre. La publicación de su obra periodística, hasta 1973, por la editorial Debate viene a consolarme un poco. Se decía de MVM si tenía negros, dado que lo mismo Castellet lo incluía entre los novísimos de la poesía, que su nombre aparecía a diario en unas cuantas revistas y periódicos, o que se inventaba las andanzas de un tal Carvalho, detective, gastrónomo y turista de los mares del sur, donde cumplió su destino, que daban para más series que el Aviraneta de Baroja. Porque también alguien dijo de MVM que era barojiano, por su desaliño -incluido el indumentario- y barojiano en su afán por contar historias con suma eficacia. Como al otro calvo de la boina, le traían al pairo las fruslerías de la sintaxis. Ante los hallazgos prestos de su ingenio prefería ponernos al día en tantos asuntos con su buena dosis de sorna a escribir con pretensiones -desde luego, nunca estéticas- la misma columna todos los días. Se decía del bueno de Manolo que no era de fiar por escribir en las gacetas del régimen, de ser comunista fichado y tampoco de fiar para los otros, de ser de la CIA o de la KGB, según del lado igualmente de donde se mire, o aunque no fuera por culpa suya, ¿o también sí?, de ser un xarnego irremediable, a pesar de su pasión por el Barça...
No le faltaba razón al inquietante MVM cuando aseguraba que él, sin haberse movido todos estos años, había pasado de ser un cómodo y triste socialdemócrata a un radical izquierdista, a causa de la derechización española y mundial.
Ahora hay quien dice que escribió no una (la que elige el antólogo), sino 9 loas al régimen por sus 25 años de la victoria.
En las entradillas que preceden a los artículos y columnas ya se explica que fueron 9. El problema por lo visto radica en que el sagaz crítico no la considera la más representativa.

¡Vaya sospechosa trayectoria, la de este peligroso e inquieto columnista!

La de este "maldito socialdemócrata, reformista, revisionista y no sé cuantas cosas más", según reza su propia confesión. Que, como él mismo ironizaba, parece como si el tiempo transcurrido desde los 60 le hubiera "pillado en la cama y durmiendo" mientras los demás ejercían su derecho divino a las metamorfosis. ¡Y lo suelta, uno de tantos ex comunistas acomodados que se jacta de haber expiado esos pecadillos de juventud! ¡Cómo no!
Antes de eso ya había pasado por la cárcel, con el periodismo se alimentaba porque no era un niño de papá. Elegir el oficio de periodista en vez de seguir estudiando Letras le resulto más fácil y práctico. Como sabrá este paisano suyo, adalid del nuevo periodismo, que lo denuncia, de la nómina de brillantes periodistas de la República apenas quedaba sobre este suelo asolado su prologado Julio Camba durmiendo en el hotel Palace. ¡Cuidado con Camba!, avisaba el nuevo enfant terrible de la derecha centralista, 40 años después de que don Julio la palmara, en "Cuatro historias de la República" (Destino, 2003). El hecho de que no se exiliara, me temo que corresponde al terreno de las decisiones estrictamente personales. Además, su trayectoria conoció despidos, cierres por multa y el empuje de sus textos desafiando las rígidas costuras de la censura. Con motivo de las grotescas filas de españoles que se desplazaban a Perpiñán para ver El último tango escribía: “lo único que está consiguiendo la censura es ver cómodamente lo que los demás españoles podemos ver a base de rascarnos a fondo el bolsillo...de dar el espectáculo ante toda Europa e incluso de tener que reírnos de nosotros mismos”.
Sí que resulta inquietante hoy en este cambiante mundo que MVM siga vivo. El próximo año saldrá la segunda selección de su obra periodística. Hasta 1986. ¡Y al siguiente la tercera!
* * *
(Lo anterior es un torpe plagio en la forma, perdón, homenaje al artículo contenido en la antología, que para hacer modesta publicidad del libro de la editorial Debate, reproduzco a continuación).


EL IRRITANTE ALLENDE



Se aseguraba que Frei y Allende eran amigos personales. Pertenecían a
un estamento social similar y Allende, el candidato socialista
constantemente derrotado aunque por poco, tenía ese encanto de los
socialistas amables, antiestalinistas avant-garde, respetuosos con la
persona humana, en la grave evidencia materialista de que sólo se vive
una vez. Se aseguraba que Allende era una persona encantadora, rígido
sólo en lo fundamental, pero capaz de soportar bromas sobre el
paraíso socialista en la Tierra y de no devolver a cambio ni una broma
sobre el Paraíso con mayúscula. Se aseguraba que en Chile se había
producido el milagro metafísico del espíritu olímpico y que lo
importante para todos no era vencer, sino competir, bajo el sagrado
compromiso del respeto a la norma constitucional. Se aseguraba, sobre
todo lo aseguraban los sociólogos, que en la tradicional oposición
entre "competición" y "conflicto", la experiencia chilena era una
prueba de la posibilidad de una vía hacia el socialismo por la senda
de la competición e incluso ateniéndose a reglas del juego prefijadas
por el "antiguo régimen". Se aseguraba que por vía cultural se
había inculcado en el ejército un espíritu de neutralidad
histórica, sin más madre ni padre que las tablas de la ley
constitucional y sin otro objetivo que el constante perfeccionamiento
en el instrumental de trabajo. Se aseguraba que la cultura del fair
play puede modificar las reglas de la historia y que la "ideología"
culturalista del respeto al juego democrático podía contrarrestar la
ideología derivada de los intereses comprometidos por el proceso
reformista del Gobierno de Unidad Popular.
Las bombas y las balas han sido implacables.
Han tenido la fiereza y la ceguera del que no tiene otro lenguaje
que destruir al interlocutor. Las bombas y las balas han perseguido a
Salvador Allende hasta su residencia particular, en busca de esa
víctima irritante que se negaba a dar el paso en falso de disparar
primero. Las bombas y las balas se han aplicado a derribar algo más
que un hombre, un Gobierno, un edificio, una experiencia. Han querido
destruir la imagen de que la fuerza del antagonista radicaba precisamente
en que estaba prácticamente desarmado y que defendía un orden que sus competidores se habían hecho a la medida tras siglos de control del poder.
El cuerpo de Allende ocupa el horizonte del mundo. Oscurece todas
las perspectivas, oculta todos los caminos. Hoy por hoy, aunque sólo
sea hoy, ese cuerpo de manos blanca, limpias, de pies cansados de
caminar en busca de palabras propicias, se merece esa paralizada
congoja universal, antes de penetrar en el epílogo del Canto general
de Pablo Neruda, si es que vive para escribirlo. Mañana el balance
político de los hechos aportará un inesperado vencedor: la extreme
izquierda chilena que profetizó este final en el momento mismo de
ponerse en marcha la experiencia allendista. Entonces el MIR declaró
que Allende no podría escapar al dilema: o traición o revolución.
Allende jamás aceptó ese dilema. Era amigo personal de Frei. Aunque
era masón, presidía actos religiosos. Exigió a los izquierdistas
que respetaran el honor de las Fuerzas Armadas. Durante más de
treinta años demostró su confianza en las urnas para cambiar la
historia. Soportó provocaciones continuadas en la confianza de que
cada provocación le ratificaba a los ojos de las masas que le
sostenían a pesar de que les pedía y les imponía sacrificios. Sus
medidas más espectaculares y drásticas fueron más "nacionalistas"
que "socialistas".
Comprensible que este hombre irritara. Cuando la paciencia de la
víctima no tiene límite, la paciencia del verdugo se acaba.

Tele / eXpres, 12 de septiembre de 1973, recopilado en el libro "Del alfiler al elefante",, p.10. Y 478-479 del aquí reseñado: "Manuel Vázquez Montalbán. Obra periodística 1960-1973. La construcción del columnista".

viernes, 12 de marzo de 2010

¡Abajo la tortura!

El Relator Especial contra la Tortura, Manfred Nowak, ha presentado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU un informe sobre la vulneración de derechos en el Estado español, en el que reitera la denuncia del régimen de incomunicación y la política de dispersión. El reino de España no escarmienta puesto que se ha convertido en un alumno muy perezoso a la hora de “hacer los deberes”, por más que el soberbio Aznar presumiera de buen escolar en tantos terrenos, y aún, a pesar del bello talante del presidente en ejercicio. Ya el año pasado volvió a suspender el examen de la ONU. Su Comité contra la Tortura le instó de nuevo a abolir la incomunicación y mostró su disconformidad con la levedad de las condenas por estos delitos. Las penas del Código Penal son de dos a seis años de cárcel en casos graves y de uno a tres si no lo son. Apunta dicho Comité que esta calificación «no parece propiamente ser conforme al artículo 4.2 de la Convención, que estipula la obligación de todo Estado parte de castigar todos actos de tortura con penas adecuadas en las que se tenga en cuenta su gravedad».

Como quiera que en estos días el Parlament de Catalunya actualiza el debate sobre la fiesta nacional, cuya abolición duerme el sueño ilustrado del liberalismo español decimonónico. Otrosí: que la señora Espe y la Comunitat valenciana han proclamado casi al unísono el interés artístico, histórico o qué sé yo de esta barbaridad...ergo: no es de extrañar que en asunto de tortura, sea a toros bravos, cuerpos baserritarras (de caserío) o delincuentes comunes, la relajación castiza corra caminos afines.

Me consta también que en la fiesta de los toreros y empresarios, que no de los toros, éstos últimos no son muy dados a poner denuncias contra los tratos vejatorios que sufren. Item plus de los delincuentes comunes, que más bien sufren dobles condenas por ellas, por su mala costumbre de resistencia a los agentes de la autoridad. En el caso de los presuntos terroristas (o terroristas a secas o etarras antes de juicio, como a menudo titula la prensa capitalina) sus denuncias de torturas, como no se cansa de proclamar el Ministerio del Interior en matrimonio rato y consumado con la Prensa bien del país, perdón, de la Patria, de la Nación, obedecen a consignas de la banda armada, ETA (en español, la ETA). Estos "borrokas" (borrokaris o burrukalaris, luchadores callejeros de la kale borroka; en contraposición a gudaris, soldados) demuestran ser en el fondo muy blandos, se quejan de los chichones al entrar y llegar hasta Madrid en esos modestos coches Z, pero si últimamente sólo detienen a txirrindularis (ciclistas). ¡Cómo!, ¿es que no llevan puesta la chichonera?

Ahora en serio, cuando de estas denuncias se hace eco Amnistía Internacional o la misma ONU, ¿acaso no existe mejor respuesta que el silencio?

Porque me he enterado esta mañana gracias al periódico GARA a través de la web Rebelión. Y eso que vivo en Madrid y leo con frecuencia un resumen de prensa de todos los principales periódicos del estado…

Ah, señores de la ONU, se me olvidaba, Enrique Múgica, es el menos indicado para entender de lo indicado como observador con ecuanimidad e imparcialidad de estas funciones del llamado Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura. Os lo habían advertido por más de dos años, unas cuantas organizaciones, mas las habéis desestimado, este señor Defensor del Pueblo demuestra bastante a menudo estar marcado por la muerte de su hermano. Lo cual es comprensible, si bien no se deben confundir los asuntos públicos con los privados.

domingo, 7 de marzo de 2010

La hora de internet

Como casi todos los domingos paseo un perro imaginario apenas me levanto mientras los quioscos van montando su rastrillo o badulaque. Porque eso siempre han sido, vendedores de chuches, de cigarrillos de a uno o un par y hoy no venden periódicos, sino películas del Oeste, de clásicos de comedia, de otras antiguallas que el tiempo nos vende como clásicas, de libros, juegos o colecciones para niños muy por debajo de los precios de mercado y que las madres como siempre haciendo economías o los padres que pasean al perrito de verdad se apresuran a comprar...
Ayer bajo la pertinaz lluvia de este invierno casi corrí a por un librito de Daniel Bensaïd, recién muerto: sólo costaba 2 euros y con el detalle de regalarte una desdibujada gacetilla donde no silencian a Lenin, Rosa Luxemburgo, Bakunin, Marx y Engels, Gramsci, etc.; pero sí a gente muy viva como a Rafael Reig, por ejemplo. Paso las primera páginas de propaganda gubernamental: "Salgado pone el foco en la economía sumergida". Si reparamos en la letra pequeña la cantinela es otra: Hacienda no tocara las sicav, las grandes fortunas. Los técnicos fiscales saben que se podría lograr no sólo mil millones en la lucha contra el fraude, sino recaudar hasta 38.000! Bueno, a caballo regalado...no le miremos los dientes, aún siguen a continuación Juan Carlos Escudier, el amigo Pascual Serrano, invitado de lujo, Antonio Orejudo y el ya muy grande Isaac Rosa.
Con el periódico doblado sobre el libro le protejo de la lluvia, piso algún charco torrencial, todo fluye, ¡panta rei!, menos esas pequeñas lagunas en las estribaciones de las cuestas. Por el presente y por la historia no conozco ninguna época libre de cambios, flujos, inestabilidad o en una palabra, siempre de moda, CRISIS.
En nuestra cultura occidental la caída del imperio romano fue una tragedia cultural incomparable ante el empuje de los llamados bárbaros -¡architérmino racista!-, por muchos siglos se mantuvo el latín aunque las clases populares, el 99% de la población, balbuceaban cientos de lenguas y


variantes irreconocibles. Se pusieron de moda los juglares y trovadores que sin recato proclamaban a los cuatro vientos el amor mundano ante el regocijo irrefrenable de ese populacho, idéntico de aldea en aldea. Romanceros anónimos, los primitivos bajorrelieves románicos, incluso mi paisa Gonçalvo de Verceo perpetraba en romance versos alejandrinos. Bocaccio puso en otra vulgar lengua romance (que hoy apenas se extiende fuera de su península itálica) por escrito cien cuentos, il Decamerone, por el puro piacere di raccontare! En Castilla, un arcipreste andarín plasmó su libro de Buen Amor en lengua, entonces non sacra, que pretendía curarnos de la lujuria (a partir de la advertencia aristótelica: el ome place de aver juntamiento con fenbra plazentera) regodeándose en ella. No señor, se pasa del latín y ya se ve qué aconteçe sino se guardan las formas, esto es lengua y fondo son la misma cosa.
La Celestina y el Lazarillo, en principio, anónimos por necesidad, golpean en su momento -y siguen vigentes hasta hoy- las buenas costumbres y la cultura con mayúsculas. Nos muestran a aquellos que nos son espejo de caballería ni de sociedad que pueda mirarse de frente.
Hoy los admitimos como clásicos, damos por buenos esos males que trajo la imprenta.
La cultura en todos los tiempos ha pertenecido al poder. Lo que hace el pueblo y cuatro incontrolados es hediondo, chabacano, caótico, siendo condescendientes lo admitirán bajo la categoría de subculturas.
Incluso llegan a darse curiosas paradojas, la burguesía ascendente sancionó las obras de Rousseau, Voltaire, Diderot, etc. en cuanto tomó la Bastilla; al paso que esos mismo autores ilustrados habían detestado la primera prensa que en hojas volanderas los divulgaba. Lo referí la pasada semana en mi blog: la-agorafobia-del-gobierno-y-de-prisa.
Rousseau escribía a un amigo de Ginebra:'Heos aquí, señores, convertidos en autores de periódicos. (...) ¿Qué es un periódico? Una obra efímera, sin mérito y sin utilidad, cuya lectura, desdeñada y despreciada por las gentes ilustradas, no sirve más que para dar a las mujeres y a los tontos vanidad sin instrucción, y cuya suerte, después de haber brillado por la mañana en su tocado, es morir por la noche en el guardarropía.
El genial Diderot escribe en la Enciclopedia: 'Todos estos papeles son el pasto de los ignorantes, el recurso de los que quieren hablar y juzgar sin leer, el azote y el asco de los que trabajan."
Manuel Vázquez Montalbán -de quien he extraído las anteriores citas- constataba la falta de lucidez de dos de los espíritus humanos más lúcidos de todos los tiempos para comprender el papel que ya en su época están jugando los periódicos. Voltaire, por ejemplo, se despacha a su disgusto contra "las hediondas gacetas que llegan de Holanda o de Inglaterra", y son precisamente esas "gacetas" uno de los vehículos más eficaces para la trasmisión del nuevo cuerpo ideológico que va a socavar y derribar al Antiguo Régimen.
¿Que pasó luego con esas gacetillas jediondas, tal como pronunciarían en Canarias? Pues, como con todo: murieron de éxito: asimiladas, integradas en el Poder, bajo su CONTROL prestigiadas y desaparecidas, las demás por millares, de la maravillosa pluralidad democrática. En los reinos del libre mercado prima el monopolio de los oligarcas. Pongamos nombres. Del mítico orsonwelliano Randolp Hearts al Murdoch, Turner o Davis actual pasando por Berlusconi, máximo no-ejemplo de la fusión de todos los poderes, el grupo Bouygues francés o el nuevo imperio español de la familia Polanco.
Decía ha no mucho el académico Cebrián (ya avisaba poco antes de que el poder y las galas de la cultura van siempre unidas): "El lector de periódicos es fiel, el de internet surfista". ¿Es que tiene algo contra los surferos? Puede, en todo caso, semánticamente fidelidad es para ellos control de sus influencias. Con el nuevo estado democrático diseñaron los gustos y hábitos de un nuevo español moderno, progre.


Ese nuevo homo hispanicus (y, por primer vez, incluida la mujer) leerá El País, leerá los libros recomendados -¡que nadie piense mal: con la tinta fresca de la editorial Alfaguara de su propiedad!,- resaltarán las películas de Canal Plus y todo el consumo de espectáculos de alguna forma relacionados con su amplia camarilla bienpensante y mejorviviente. Algo de esto ya conté aquí: “El diario El País y la cultura de las elites durante la Transición". No es cuestión de extenderme. Siglo XXI, versión acabada de los medios de in-formacion de masas, es decir, de formar público dentro de su propuestas. Fuera de ellos el caos, (échese si pluguiese otro vistazo a mi anterior post, germen de éste), el desvarío acrítico...Dentro de su morada el confort conformista del cliente satisfecho con todos sus productos, porque además sabe orientarse políticamente gracias a las proclamas tan liberales como democráticas de Vargas Llosa, los autores de su cuadra prestos a firmar los manifiestos a toda página en favor o en contra de quien o de lo que...ordenen sus amos, o a denostar prietas las filas al que mea por libre, ¡compañero Willy Toledo! Fuera de ellos, todo es panfleto, mala baba de resabiados y resentidos por no alcanzar su estatus, de ilusos, peor aún, si parecen despreciarlo.
Algo está cambiando sin que puedan evitarlo. El Corte Inglés, cliente de verdad de todos los medios de in-formación, también tiene razones de estar preocupado. Económicamente porque el mercado español no da más de sí (y menos con las medidas que se están tomando) y en cuanto a su cuidadísimo prestigio, porque a pesar de su patronazgo cultural (the Spring Prize of Corte Inglés is coming now!) a través de internet puede publicarse como hizo un servidor en enero en este medio lo que la buena prensa oculta. Item plus, si nos tomamos la molestia de entrar en la wikipedia hallaremos datos no del todo de su agrado y huellas de libros desaparecidos por su causa en nuestra joven democracia.
Somos cada vez más en el día a día los que no pensamos como ellos. Porque internet, que puede ser infame en tantos usos y abusos, a su pesar, permite "efectos colaterales". Declina la escala de valores del establishment, permeabiliza otras informaciones y, en definitiva, abre el campo trabajosamente vallado por los mentores de la victoriosa liberté, égalité, fraternité.
Aquellos profesionales que osan desmarcarse de su amparo y alargada sombra desarrollando las nuevas tecnologías apuestan su vida y su caudal para en el mejor de los casos ser fagocitados. Mucha suerte a 1001 medios y a ese Cuarto poder que ahora empieza a caminar retomando los ideales de Montesquieu, jamás puestos en práctica en la política real. Volvemos a empezar tres siglos después.

lunes, 1 de marzo de 2010

La agorafobia del Gobierno y de Prisa, de prisa


el-gobierno-espanol-traslada-a-europa-su-idea-de-internet-es-un-nido-de-delincuentes-y-un-instrumento-de-regresion-social_/
¡Alucina, vecina! Desde Uruguay mi amiga Ge Zeta, ¡les juro que nada tiene que ver con Zeta Pe!, me manda por el FB este comentario:

Jajajaj como siempre, le temen a lo que no pueden controlar!!
“Internet se ha convertido en un instrumento de regresión social”. Seguro! Ahora la gente empieza a ver menos TV y se escapa de sus medios incultos, consumistas y desinformativos.
Lo de la pornografía infantil es la excusa! el fin que persiguen es claramente otro. Si se preocuparan tanto de los abusos infantiles, ya deberían estar muchos curas en la cárcel, por poner un ejemplo.
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Y pedantones al paño
que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
La pasada semana también leí este artículo publicado en El País, El ágora digital de Andreu Jaume . Reproduzco buena parte de las paridas del pavo, perlas que diría Pascual Serrano (por otra parte se comentan solas, ¡y lo que lucen!); únicamente para verificar el grado de nerviosismo que le ha entrado a toda esta gente.
"Internet es una nueva plaza pública que, como tal, requiere una organización que permita un tráfico regulado. No debería convertirse en un universo caótico y acrítico. La figura del editor es clave"
Es su subtítulo, resumen o vaya usted a saber. De todas maneras ya es suficientemente ilustrativo la solución que apunta: el editor es clave. Debe ser pura casualidad que quien firma la cuarta página (aunque numerada es la 29) del diario de los Polanco es editor.
Otra frase que se entresaca de su texto es la siguiente:
"Se pretende condenar a los escritores a vender sus obras a gritos en un mercado atestado"
Se trata según el editor de un mercado "sin orden ni concierto", resultado del mismo, el ilustre escritor sólo colocará esas obras a "cuatro amigos que al final, hartos de tanta payasada (sic), acabarán leyendo Anna Karenina."
El preocupante presagio continúa de esta guisa:
"Además de muchas otras misiones peregrinas... (se refiere siempre al editor)."
Luego compone un cuadro más que caduco de "funciones sociales" que ya no se lo cree nadie. Dice así:
"Si el editor, para entendernos, representa al autor, el crítico se erige como abogado del público, aunque muchas veces impugne o condene su gusto."
Ay, ficciones más que gastadas.
"La responsabilidad del editor estriba también en exigir una crítica combativa y valiente, capaz, sí, de desautorizar sus elecciones (las del público) y entablar así la contienda sin la cual una cultura no puede aspirar a elevarse y perpetuarse."
El ex-crítico de ese periódico Ignacio Echevarría fue cesado justo por eso mismo. La editorial Alfaguara, casualmente perteneciente también a Prisa exigió esas críticas, para que nadie confundiera como publicitarias, sobre la novela de Bernardo Atxaga. Fue por eso que echaron al crítico, por sumiso y obediente, ¡amos anda!*
"Internet no debería convertirse en un reino acrítico donde todo tenga el mismo valor. En Estados Unidos, por ejemplo, la crítica literaria está desapareciendo de los grandes periódicos para refugiarse en una infinidad de blogs que proliferan en el caos digital"
"La debilidad de la crítica está relacionada, por otro lado, con la deslegitimación del principio de autoridad, usurpado por una democratización de la opinión que en realidad supone una perversión y aun una degradación de la idea de democracia."


Para colmo en sus fueros elitistas contraindica un programa televisivo Tengo una pregunta para usted,
"donde una selección de ciudadanos -la idea romántica de pueblo- sustituye al periodista o al politólogo a la hora de interpelar al presidente del gobierno o al líder de la oposición, con el inevitable empobrecimiento de la dialéctica entre el poder y la opinión pública, uno de los principales puntos de articulación de una verdadera democracia."
"Internet podría verse como un nuevo inconsciente gracias al cual uno puede ser transitoriamente culto, artista, editor o periodista. No se trata ahora de oponer un elitismo pueril"
Concluye el párrafo:
"Como lector agradezco todavía, en este sentido, que haya quien tenga la autoridad suficiente para hacer callar e incluso para echar al más pesado de la fiesta.
Sin una respuesta crítica, tanto el autor como el editor acaban trabajando exclusivamente para el mercado (¡No me diga!, comentario mío), un camino que inevitablemente conduce al totalitarismo intelectual, gobernado por una sola idea y donde nadie exige nunca nada a nadie."
¿No será que la idea de cultura que identifican con la de democracia cada vez esconde peor sus intereses? Para mí que van a tener que hacerse ver su idea democrática y hasta epistemológica del ágora. Más que nada por si sus trastornos al paso que van, "de prisa, de prisa" (entre comillas para evocar la película callejera del propio Carlos Saura) degeneran en agorafobia.
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(*) La crítica se halla desaparecida por escándalos como ese debido a la presión de editoriales que usan sus medios de influencia con fines comerciales. El mercado o mercadeo del libro por tanto no es una premonición del caos digital, sino consecuencia de la guerra de sus intereses. Justo al revés, la crítica independiente sólo puede darse a través de blogs, donde profesionales como Ignacio Echevarría pueden continuar su labor. El reconocimiento de la misma, robado el prestigio que le otorgaban sus poderosos amos dependerá, efectivamente, del auge digital y de la decadencia de los jerifaltes orgánicos de nuestra cultura.
Algo de esto ya conté en la recensión del libro, “El diario El País y la cultura de las elites durante la Transición".

Item plus.- Estoy leyendo el primer volumen de la obra periodística de Manuel Vázquez Montalbán recientemente publicado por la editorial Debate. Pura casualidad, hoy leía esto:

Rousseau escribía a un amigo de Ginebra:'Heos aquí, señores, convertidos en autores de periódicos. (...) ¿Qué es un periódico? Una obra efímera, sin mérito y sin utilidad, cuya lectura, desdeñada y despreciada por las gentes ilustradas, no sirve más que para dar a las mujeres y a los tontos vanidad sin instrucción, y cuya suerte, después de haber brillado por la mañana en su tocado, es morir por la noche en el guardarropía.

El genial Diderot escribe en la Enciclopedia: 'Todos estos papeles son el pasto de los ignorantes, el recurso de los que quieren hablar y juzgar sin leer, el azote y el asco de los que trabajan."

MNV constata la falta de lucidez de dos de los espíritus humanos más lúcidos de todos los tiempos para comprender el papel que ya en su época están jugando los periódicos. Voltaire, por ejemplo, se despacha a su disgusto contra "las hediondas gacetas que llegan de Holanda o de Inglaterra", y son precisamente esas "gacetas" uno de los vehículos más eficaces para la trasmisión del nuevo cuerpo ideológico que va a socavar y derribar al Antiguo Régimen.

¿Que les parece esa prensa clandestina? La cual precisamente ayudó a divulgar entre los abogados franceses de provincias la ciencia crítica de los autores citados, o las moralidades críticas de Defoe, Addison Steele, etc. Concluye MNV:

"Esa transmisión de doctrina vulgarizada por el medio contribuyó a que surgiera la energía de la acción, tanto o más que la lectura directa de El sobrino de Rameau o El contrato social.2

¿Donde dice periódicos o "hediondas gacetas" podríamos hablar en este siglo XXI de blogs, de "caos digital"? No cabe duda de que algo se mueve y les pesa.