martes, 10 de noviembre de 2009

De cojones


Ayer fue 18 de Brumario, sí, cuando Napoleón tomó el poder. En Madrid es fiesta. Podría serlo republicana, por su brava resistencia al fascismo en noviembre del 36. Pero no. Lo es por la virgen de la Almudena. ¡Qué le vamos a hacer! Al menos su bello nombre lo heredan muchas madrileñas. En cuanto a la virtud por vía hereditaria, por fortuna, es algo más complicado.Y me dejo la principal venta de nostalgia: ¡la caída del muro!* ¡Anda si se han puesto pesados! Hasta que si como éramos hace 20 años. Se ve que la Historia contemporánea vende, sobre todo si en verdad es contemporánea y no nos remontamos a Napoleón.Pues a lo que iba. Pasadas las brumas iniciales de Brumario ha soplado estos días un viento de cojones, resultando un frío de....Mi pareja que tiene un oído muy fino se desternilla -descojona- con esta castiza expresión. Así que, aunque ya domina el español he improvisado para ella esta cojonuda clase. En este blog ya dediqué una al Latí­n, la de hoy será más macarrónica y breve, ya que si lo breve es bueno....pues dura menos.Estimo que se trata de una palabra bandera de nuestra lengua, pero no he de ocultar el hecho de que he acudido al diccionario por si aún no existía oficialmente. Es algo que a veces sucede. También en otras lenguas vecinas ocupa una relevancia similar en el habla. El cullons mediterráneo, el carallo galaico, el cazzo italiano (aunque se refiere al pene sirve para lo mismo. En el plano lingüístico, quería decir). Para expresar la ira, el estupor o similares o enérgica afirmación cazzo es mucho más adecuado que caspita o cavolo, además de menos cursi. (El prestigioso Zingarelli que es el María Moliner transalpino refiere uso eufemístico).

Volviendo al castellano. Aquí decimos igualmente de cojones, "hace un frío de cojones", para expresar con energía que, en realidad, nos estamos muriendo del fresco que corre. (Por cierto, la expresión espontánea "hace fresco" la usamos en el norte cuando nos congelamos. En el sur "fresco" no se usa. Allí siempre hace frío).
Existe alguna casuística algo engorrosa de explicar. Por ejemplo, el poli de la foto no sabemos si está premiando al peatón por su disfraz de cojones (cojonudo) o lo que es más propio de su oficio, multándole por ir disfrazado de cojones.
Hay otras ocasiones donde es desaconsejable llevar a la práctica lo que la viveza del lenguaje describe: Al de la foto de abajo se le subieron los cojones a la garganta. Para cagarse -también metafóricamente hablando- tampoco hay que llegar a tanto...
Durante la guerra de España un famoso periódico de los EE.UU entrevistó a un valiente aviador republicano que destacó por sus ataques a vuelo rasante. A la pregunta de cuál era su técnica, el diario resaltó en titulares a modo de fórmula: "with cojones".Durante la misma guerra se puso de moda comer cojones de obispo. He hallado el siguiente relato espantoso. Lo que de ser cierto tampoco justifica el papel nada evangélico que la iglesia católica adoptó en su desarrollo y después:

Barbastro (Huesca).- Torturado, mutilado y asesinado en la carretera deSariñena
tras dos horas de agonía el obispo administrador apostólico deBarbastro
Florentino Asensio Barroso, que llevaba preso desde el día 23 dejulio. Antes de
matarlo le cortaron los testículos ante la burla de un milicianoque decía "así
podremos comer cojones de obispo". Luego hubo de caminar mutiladohasta el
cementerio junto con otros hasta que le fusilaron y dejaron morir enlarga
agonía, tras robarle la ropa e incluso arrancarle los dientes de oro quetenía en
la boca (cosas que se hicieron cuando aún vivía).


Ya ven, el tema de la testosterona es tan visceral que da para muchas y variadas lecturas. Espero que hayan tenido suficiente. No me sean tontos de cojones



-----* Y tampoco es para tirar cohetes: ¡en tantas partes del globo siguen en pie! Y en la misma Europa se levantan: En la ciudad eslovaca de Ostrovany han construido un muro de 150 metros de largo y dos metros de alto para aislar a la comunidad gitana del resto de la población. La prensa local e internacional se ha referido al muro eslovaco como un nuevo Muro de Berlín, justo cuando se cumplen 20 de la caída del símbolo de la división de Europa.El alcalde de Ostrovany, Cyril Revákl, dice que él no es racista porque sabe que “hay mucha gente decente viviendo entre nuestros gitanos”. Pero justifica la construcción del muro porque dicen los vecinos gadchés ―y esta es la principal acusación― que los gitanos, con frecuencia, se apoderan de la fruta que hay en los árboles de los jardines privados.Dice un gitano que vive condenado en la otra parte del muro que la construcción de esa separación no ayuda a nadie, ni a los gadchés ni a los gitanos. Y otros, resignados con su suerte, dicen que se sienten como en un zoológico. ¡Pobre gente! Ahora podrán saciar su hambre y su miseria con la fruta que les arrojarán generosamente las autoridades racistas de Ostrovany desde la otra parte del muro, igual que hacían mis hijos cuando eran pequeños arrojándoles manzanas a los monos del parque.Sabemos que en Eslovaquia hay una extrema derecha, fascista y violenta, que le gustaría repetir aquellas páginas negras de la historia de Europa. Ellos tal vez sean herederos de aquellos asesinos que colaboraron con los genocidas cuando su propio país sufría la agresión de los nazis que les oprimían desde Polonia por el norte y desde Hungría por el sur. A nosotros, los gitanos de todo el mundo, nos horroriza aquella máxima que dice “Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla” No por casualidad esta frase está escrita en la entrada del bloque número cuatro del campo de exterminio de Auschwitz, en polaco y en inglés: Kto nie pamięta historii, skazany jest na jej ponowne przeżycie. The one who does not remember history is bound to live through it again. (Fuente: http://www.unionromani.org/notis/new2009-11-09.htm)

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