martes, 28 de abril de 2009

Día de San Javier Ortiz



En mi santoral el 28 de abril no será el día de un tal San Luis MaríaGrignon de Monfort, por haber muerto el 28 de abril de 1716, a la edad de 43 años, agotado de tanto trabajar y predicar. En mi particular santoral el 28 de abril será el día de un tal Javier Ortiz Estevez, por haber muerto el 28 de abril de 2009, a la edad de 61 años, agotado de tanto trabajar y predicar en el desierto. En el puto desierto en que nos deja, sin él definitivamente desierto.

Es éste un momento íntimo, de dolor, pues en otro pueblo de Alicante, no tan lejos de Orihuela, se nos ha muerto como del rayo Javier Ortiz, con quien tanto queríamos. A las aladas almas de las rosas... de almendro de nata te requiero: que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero.

Palabras que eternamente se quedarán en el tintero. Javier sentía sobre sus doloridas espaldas el jodido peso de este mundo después de tanto batallar, "va cargado de amargura, que allá encontró sepultura su amoroso batallar". Soñaba con una Jamaica mediterránea para su destierro jubilar (¡de júbilo!).

No es momento laudatorio. Él no lo haría. Nos ha dado muchas oportunidades en vida para ese tipo de manifestaciones. Sería un gesto por usual no menos hipócrita que hoy le perdonen aquellos que no lo aguantaban por mantener su juicio "a contracorriente" de todos sus colegas bien apesebrados. El tampoco lo haría, de hecho, no lo hacía.

Bueno, yo no necesito repetir nada sobre Ortiz. Sé que los pocos que me lean lo estiman tanto o más.

Javier Ortiz pudo dirigirse como periodista de El Mundo a un público muy numeroso. Aunque cada vez más a contracorriente. Contra los editoriales que tantos años él escribió, contra el resto de columnistas de ese mismo periódico. Podría ser una coartada de pluralismo, pero Lozanitos y CIA no se fiaban: una sola voz, si bien tan clara que temían que les delatase. Desde Público, bastante menos público y más afín, aunque no del todo, si quien escribe no busca el fácil aplauso y se sale cuando le peta de aquello que el lector gusta de "oír". La cuestión vasca (o española, según se mire) hace tiempo que le hartaba, pero no cesaba de reflejar sus juicios para que al menos rebotaran en el frontón de Madrid donde contrariamente a lo que se piensa más se juega a la pelota vasca. Hace otro tanto le comuniqué que cada vez apreciaba más sus salidas más íntimas, más ajenas al mundanal ruido. Con sus tiquismiquis y manías ya consolidadas.

Y ese futuro más íntimo se ha esfumado. En su Jamaica mediterránea tal vez con su limpia prosa, evadido por fin de la actualidad de este podrido mundo, podría tal vez habernos regalado algún libro digno de leerse con mayor interés -¡si cabe!- que sus entregas diarias. Un banquete para tantos buenos lectores como con los que contaba. Alguno hasta habría intentado convencerle de que publicara unas memorias a las que él parecía no estar dispuesto. Las suyas hubieran sido enormemente más necesarias por su contenido que otras, y menos contaminadas de intereses personales, frecuentemente muy notorios.

Y, sobre todo, a las aladas almas de las rosas... de almendro de nata te requiero: que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero.

Esos almendros nos los han robado y no me resisto a comunicar nuestra Jamaica más cercana, ¡Navalagamella el día de San Valentín! No la conocía, pero por esas fechas también compartió conmigo el sueño de conocerla. Días después su cuerpo empezó a no estar por la labor.

Quiero despedirme recordando esas pequeñas cosas de un día de San Valentín. Me pidió lógicamente que no lo publicase. En estos momentos, es el Javier íntimo el que me interesa. Y no creo que revelarlas ya le importe. Por el contrario, muestran a una persona tierna, romántica o como quiera llamarse. A su edad y con lo que nos rodea tiene mucho más mérito.

Transcribo a la sazón el primero de mis e-mails y la primera de sus respuestas:


Original Message -----
From: Blas
To: Javier Ortiz
Sent: Sunday, February 15, 2009 7:47 PM
Subject: San Valentín en Navalagamella
Pensaba haber hecho un post en mi blog 100% dedicado a mi excursión de fin de semana a Navalagamella. Tu cuento de San Valentín la ha modificado un tanto. Sobre él te hago 2 preguntas y una apuesta.Por si me sacas de dudas te dejo el link: http://sakurambotsumamu.blogspot.com/2009/02/san-valentin-en-navalagamella.html.Felicidades con retraso a Charo y a ti./Blas.


Subject: Re: San Valentín en NavalagamellaDate: Mon, 16 Feb 2009 09:39:28 +0100
Por partes.
Sí, San Valentín puede ser una excusa tan válida como cualquier otra, aunque la explote El Corte Inglés (cuyo jefe de prensa, por cierto, es vecino mío y está el pobre muy fastidiadico e ingresado en un hospital. Siempre que nos cruzamos me dice: "¡Hombre, el radical!" Y nos reímos.)
Segunda: en esta casa, las habilidades culinarias son mayormente mías, como donostiarra en ejercicio que soy. Pero no ejerzo como esos maridos que montan el pollo cada tres domingos y dejan todo hecho unos zorros. Yo cocino y lavo los platos a diario. Soy el descanso de la guerrera.
Tercero: iremos a visitar Navagamella.
Y cuarto (y para qué veas): el 10 le regalé a Charo un brazalete (discreto, con aspecto de haber sido comprado en un Todo a 100) de oro blanco y diamantes, y una colonia maravillosa de Dior. Todo a plazos. Ella no me compró nada, ni falta que hace: su cariño es el mejor regalo. Es fantástica. Es el hallazgo de mi vida.
No comentes públicamente nada de esto. Son confidencias. Respondo al cariño que me demuestras.
/Javier



Tan sólo unos días después Javier en su blog comentaba:


"Materialista impenitente, siempre he pensado que las ganas de vivir dependen directamente de la calidad de vida. Ya se sabe: salud, dinero y amor. El dinero no me sobra, pero tampoco me falta, por lo menos para lo elemental. Amor tengo más del que me merezco. Pero la mierda de la salud empieza a tocarme las narices. Y los dientes. Y las muelas. Y la columna. Y los ojos. Y los oídos. Y el estómago. Y el hígado. Y el intestino. Y los pies."



No se me olvidará jamás la anécdota que Javier alguna vez ha contado de un enseñante de filosofía, al parecer materialista, que tuvo en sus años de bachillerato:


"El profesor aquel era un descreído de tomo y lomo pero, estando como estábamos en plena dictadura nacional-católica, se creía obligado a disimular. Aplicaba tácticas retorcidas para razonar su agnosticismo sin meterse en líos mayores. (...) Mi memoria conserva fiel constancia de otra de sus patas de banco. La soltó el día en que le tocó explicarnos qué debíamos entender por «alma». Se enrolló con la doctrina oficial católico-franquista sobre el espíritu imperecedero y su pobre envoltorio de carne mortal, etc., etc. Finalizado lo cual, añadió: «De todos modos, no deja de resultar curioso que, si introducimos en nuestro cuerpo un cuarto de litro de coñac, nuestra alma se ponga inmediatamente a decir tonterías». (El alma acatarrada, 9-11-05: http://www.javierortiz.net/ant/apuntes/2005.11.2.htm).


Con el alma acatarrada nos ha dejado Javier Ortiz.

martes, 14 de abril de 2009

Día de Santa Liduvina


Tirando de las cerezas de marzo he echado cuentas -las de un rosario- de que abundan los días dedicados a efemérides o al santo de turno. Depende de que elija el santoral laico o el canónico hoy 14 de abril tenemos:
-Aniversario de la II República.
- Santa Liduvina, paciente enferma crónica.
No hay color. Me quedo con santa Liduvina. Además de la Segunda ya hablé el año pasado, sin ir más lejos: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=66019. Ahí os lo dejo ya preparado.
Para mi otro público más fiel, o todavía más fiel que el anterior van mis comentarios de hoy. A ellos también me debo. Si este gobierno tan colorado cede ante el más rojo Nuncio, hay que aceptar que está más cerca el nuevo Vaticano de las Vistillas que la Tercera. Total, por estos suelos siempre andamos a hostias y con los curas por medio: delante para que no den...detrás en procesión o corriéndoles también a hostias.
Vayamos con Santa Liduvina antes de que se nos pase el día. Creo que es la patrona de los esquiadores o, al menos, de las esquiadoras.
Con faltas de ortografía incluidas los marianistas me han pasado esta biografía que os extracto:

"Hasta los 15 años Liduvina era una muchacha como las demás: alegre, simpática, buena y muy bonita. Pero en aquel año su vida cambió completamente. Un día, después de jugar con sus amigos iban a patinar y en el camino callo en el hielo partiéndose la columna vertebral.
La pobre muchacha empezó desde entonces un horroroso martirio. Continuos vómitos, jaquecas, fiebre intermitente y dolores por todo el cuerpo la martirizaban todo el día. En ninguna posición podía descansar. La altísima fiebre le producía una sed insaciable. Los médicos declararon que su enfermedad no tenía remedio. Liduvina se desesperaba en esa cama inmóvil, y cuando oía a sus compañeras correr y reír, se ponía a llorar y a preguntar a Dios por qué le había permitido tan horrible martirio. Pero un día Dios le dio un gran regalo: nombraron de párroco de su pueblo a un verdadero santo, el Padre Pott. Este virtuoso sacerdote lo primero que hizo fue recordarle que "Dios al árbol que más lo quiere más lo poda, para que produzca mayor fruto y a los hijos que más ama más los hace sufrir".

-Joder, vaya con el verdadero santo (comentario mío). Prosigo:
"Le colocó en frente de la cama un crucifijo, pidiéndole que de vez en cuando mirara a Jesús crucificado y se comparara con El y pensara que si Cristo sufrió tanto, debe ser que el sufrimiento lleva a la santidad.En adelante ya no volvió más a pedir a Dios que le quitara sus sufrimientos, sino que se dedicó a pedir a Nuestro Señor que le diera valor y amor para sufrir como Jesús por la conversión de los pecadores, y la salvación de las almas.
Santa Liduvina llegó a amar de tal manera sus sufrimientos que repetía: "Si bastara rezar una pequeña oración para que se me fueran mis dolores, no la rezaría". Descubrió que su "vocación" era ofrecer sus padecimientos por la conversión de los pecadores. Se dedicó a meditar fuertemente en la Pasión y Muerte de Jesús. Y en adelante sus sufrimientos se le convirtieron en una fuete de gozo espiritual y en su "arma" y su "red" para apartar pecadores del camino hacia el infierno y llevarlos hacia el cielo. Decía que la Sagrada Comunión y la meditación en la Pasión de Nuestro Señor eran las dos fuentes que le concedían valor, alegría y paz."
A continuación, para refocile del mismísimo Buñuel, -¿no te parece, amigo Krahe?- de seguro conocedor de este pasaje:
"La enfermedad fue invadiendo todo su cuerpo. Una llaga le fue destrozando la piel. Perdió la vista por un ojo y el otro se le volvió tan sensible a la luz que no soportaba ni siquiera el reflejo de la llama de una vela. Estaba completamente paralizada y solamente podía mover un poco el brazo izquierdo. En los fríos terribles del invierno de Holanda quedaba a veces en tal estado de enfriamiento que sus lágrimas se le congelaban en la mejilla. En el hombro izquierdo se le formó un absceso dolorosísimo y la más aguda neuritis (o inflamación de los nervios) le producía dolores casi insoportables. Parecía que ya en vida estuviera descomponiéndose como un cadáver. Pero nadie la veía triste o desanimada, sino todo lo contrario: feliz por lograr sufrir por amor a Cristo y por la conversión de los pecadores. Y cosa rara: a pesar de que su enfermedad era tan destructora, se sentía a su alrededor un aroma agradable y que llenaba el alma de deseos de rezar y de meditar."





"En 1421, o sea 12 años antes de su muerte, las autoridades civiles de Schiedam (su pueblo) publicaron un documento que decía: "Certificamos por las declaraciones de muchos testigos presenciales, que durante los últimos siete años, Liduvina no ha comido ni bebido nada, y que así lo hace actualmente. Vive únicamente de la Sagrada Comunión que recibe". Santa Liduvina, paralizada y sufriendo espantosamente en su lecho de enferma, recibió de Dios los dones de anunciar el futuro a muchas personas y de curar a numerosos enfermos, orando por ellos. A los 12 años de estar enferma y sufriendo, empezó a tener éxtasis y visiones. Mientras el cuerpo quedaba como sin vida, en los éxtasis conversaba con Dios, con la Sma. Virgen y con su Angel de la Guarda. Unas veces recibía de Dios la gracia de poder presenciar los sufrimientos que Jesucristo padeció en su Santísima Pasión. Otras veces contemplaba los sufrimientos de las almas del purgatorio, y en algunas ocasiones le permitían ver algunos de los goces que nos esperan en el cielo."

¿Quién vino a interrumpir tanto éxtasis? No podía ser otro que un colega menos santo. Vean:

"Cambiaron al santo párroco que tanto la ayudaba, por otro menos santo y menos comprensivo, quien empezó a decir que Liduvina era una mentirosa que inventaba lo que decía. El pueblo se levantó en revolución para defender a su santa y las autoridades para evitar problemas, nombraron una comisión investigadora compuesta por personalidades muy serias. Los investigadores declararon que ella decía toda la verdad y que su caso era algo extraordinario que no podía explicarse sin una intervención sobrenatural. Y así la fama de la santa creció y se propagó."


En cambio, ¿qué sabemos de ese párroco menos santo y menos comprensivo?. ¿Dónde estaría el 14 de abril de 1433, día de Pascua de Resurrección poco antes de las tres de la tarde, cuando Liduvina pasó santamente a la eternidad? "Pocos días antes -remata la historia que seguimos de la santa- contempló en una visión que en la eternidad le estaban tejiendo una hermosa corona de premios. Pero aun debía sufrir un poco. En esos días llegaron unos soldados y la insultaron y la maltrataron. Ella ofreció todo a Dios con mucha paciencia y luego oyó una voz que le decía: "con esos sufrimientos ha quedado completa tu corona. Puedes morir en paz".

En fin, si desde la radio de los obispos tildaban de sadomasoquista la película "Camino" de Javier Fesser, puede que la federación internacional de ateos esté de acuerdo en la pertenencia al mismo género de este dramón.Y si les ha interesado, hagan como yo: correr a buscar la biografía del escritor Tomás_de_Kempis, autor de "La imitación de Cristo", un gran best-seller después de la Biblia.

miércoles, 8 de abril de 2009

Guerra civil, anarquistas, falangistas y gitanos

En este día internacional del Pueblo Gitano, en este abril siempre de nostalgia republicana, a medias entre la derrota (conmemorarla estos días demuestra hasta qué punto está viva) y el vivo recuerdo de su instauración quiero hacer presente las vicisitudes de un pueblo durante esos años. Difícil será acudir a la Historia, a las cátedras de la enseñanza oficial, a los periódicos o a las ficciones del cine o la novela para descubrir la historia social de esta comunidad. Oficialmente, esta minoría es reconocida como española y con plenos derechos, a partir de la constitución de 1978. Sin embargo, y pese a algunos estudios históricos, y sobre todo, antropológicos impulsados por Julio Caro Baroja y culminados por Teresa San Román, nada o muy poco sabemos de este trágico periodo con respecto a ellos repasando la historiografía española habida hasta la fecha. Y pese, a que en los últimos años se han estratificado las aportaciones, a menudo, por razón de clase, de género, de regiones, sin que le llegara el turno a esta minoría.
En “La diferencia inquietante” la autora citada constata la escasa participación de los gitanos en la guerra. Así como otras minorías oprimidas han visto una oportunidad de promoción en la guerra –negros e hispanos en USA- cabría preguntarnos por esa inhibición. Es curioso comprobar como nuestra cultura dominante tacha a la gitana de violenta y primaria. Para la mayoría de los gitanos el horror y los odios desatados en la guerra corroboró la pésima opinión que tenían de los payos. Su “extrañamiento” ante las políticas e ideologías contemporáneas, chocaba ante unos y otros, aunque no menos curiosamente poseían “un sentido de comunidad solidaria mayor que el de muchos comunistas, (un) carácter apátrida mayor e independiente superior al de la mayoría de anarquistas y (una) devoción religiosa similar a la de los falangistas” (1).
En consecuencia, asistieron a ese fuego cruzado sufriendo aún más las penurias acostumbradas y la hostil incomprensión de todos. Un anciano contaba a Teresa San Román allá por el año 70 lo siguiente: “"Si ganaban los que aluego ganaron nos iban a hinchar a palos y nos iban a tirar (echar) de todas partes. Y si quedaban los otros, nos iban a matar trabajando en cualquier mina de por ahí y hasta que nos quitarían a nuestros hijos, decían. Ni unos ni otros respetaban nuestras cosas, ni siquiera a nuestros muertos. Así es que el tío X y yo, que íbamos juntos, le cambiábamos la banderilla al burro según pasábamos por aquí o por allí".
Es parecido al chiste que me contaba mi padre: muchas veces no sabían en que territorio estaban, cuando les paraban los soldados y les preguntaban de que bando eran, alguno contestaba: - De la FAI.
-Como que de la FAI, Y respondían: -Sí, señor guardia, de la Failange, de la Failange…
Puede que la confusión de los colores cenetistas y falangistas, en este caso, ayudara lo suyo.
Por otros testimonios que recoge la antropóloga de la UAB podemos hacer alguna excepción con los anarquistas: “no miraban entonces mal a los gitanos”. Que en su ideario hubiera lugar para ellos explica que algunos gitanos abrazaran su causa. Es notable el caso del artista sevillano Helios Gómez. Y dice mucho de la historia oficial que padecemos su grado de desconocimiento. Como cartelista (¡ojo, no carterista!) su proyección internacional en los 30 le convierte en el más afamado -recuérdese la presentación de su obra Días de ira en Francia por Romain Rolland. En cambio, apenas contamos con una insuficiente biografía aportada por la profesora alemana Úrsula Tjaden, “Helios Gómez. Artista de corbata roja” publicado por la modesta Txalaparta en los noventa.
Se sabe que las chirigotas de Cádiz sirvieron de refugio a algunos anarquistas en los años de la dictadura de Primo, como es el caso de Ángel Pestaña; la práctica del nomadismo gitano permitió a otros tantos libertarios sobrevivir a la dictadura de Franco, y de paso, identificarse con un imaginario común, con el modus vivendi de lo que Helios Gómez llamó raza aborigen.
En el otro extremo, nos hallamos con el único gitano beatificado por Juan Pablo II: Ceferino Giménez Malla, elPelé. Martirizado en Barbastro, la patria del santo fundador del Opus Dei. Trató de interceder por el cura del municipio y fue apresado por los milicianos. Se le ofreció el indulto si les entregaba su rosario, ante su negativa fue fusilado junto a las tapias del cementerio. Otras fuentes orales, en cambio, nos ofrecen una semblanza diametralmente opuesta: delator y colaborador del bando faccioso.
Para terminar, un apunte real: se ha disminuido la aportación prevista al Plan de Desarrollo Gitano muy considerablemente. Si las ayudas en tiempos de abundancia ya fomentan el racismo entre las clases menos favorecidas que se sienten desplazadas en esa difícil competencia, es obvio que en las actuales circunstancias toda mención tuitiva es harto más impopular. Pero es en tiempos de crisis donde han de vencerse los fáciles populismos y demagogias para cortar ese círculo viciado de injusticias. Huelga decir que, no obstante, nada cambiará mientras no cesen las discriminaciones en el acceso al trabajo y a la vivienda. Cuando las ayudas no tengan sentido es probable que el racismo haya sido vencido y pueda decirse de nuestra sociedad que el pluralismo – proclamado en la Constitución- es sancionado por la realidad.
Mientras no está de más la conmemoración institucional de este día, como hizo el Parlament de Catalunya 2 años atrás, denunciando y reconociendo, entre otras muchas consideraciones, que también la lengua gitana fue prohibida, ¡y calificada como argot de la delincuencia!:
“Germanía”: Argot de la gente maleante formado principalmente por palabras de sentido traspuesto, palabras españolas desfiguradas y otras extranjeras castellanizadas.- Jerga de los gitanos. Caló. (Maria Moliner dixit).
¿Les suena?
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(1) “Los gitanos en la guerra civil española” de David Martín es uno de los pocos artículos que he podido encontrar. Y sin duda, gracias a la proliferación de congresos sobre la guerra civil de estos últimos 3 años.
-La ilustración de cabecera es la llamada capilla gitana pintada por el Helios Gómez en la Modelo de Barcelona con motivos religiosos, tomados como modelos algunos gitanos compañeros de prisión.
-El cartel de Durruti y de la 26 División es también obra de Helios Gómez para el homenaje celebrado en Barcelona en el 38.

-En la foto aparece Helios Gómez, comisario político en su etapa comunista.
-Del cartel de Tierra y Libertad es también autor Helios Gómez.