
Para aliviar la dureza de las propuestas de ocio sugeridas ayer, la de hoy se reconduce más a lo que se puede esperar de un sábado sabático. Hace años me hice por encargo con un bonito ejemplar de esta edición del jardín de Venus de mi semi-paisano Samaniego (Laguardia-Biasteri y el propio Samaniego -en la foto- a efectos del vino se llaman Rioja -de apellido alavesa-). O sea, que si borrachos se proclaman riojanos: in vino veritas, ¿porque no se lo cantan al lehendakari aprovechando alguna de sus visitas, más ahora, en periodo electoral?
http://catalogo.bne.es/uhtbin/cgisirsi/WEw4HBTVcn/BNMADRID/189632581/9

Por suerte desde entonces han llovido sus impresiones. Incluso aumentadas con una coda de poesías verdes. En este otro link podéis ver todas:
http://catalogo.bne.es/uhtbin/cgisirsi/kVEjRbRFsS/BNMADRID/189632581/123
Lo presté a un familiar, ni qué decir tiene que a pesar de la cercanía el libro no ha vuelto a casa, ya saben libro que se presta no vuelve a casa. Como desde también muchos años recibo los boletines de la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes esta mañana he puesto fin a la pérdida. Acabo de recibirlos aquí:
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/p62/01371074322362763002257/index.htm
No es lo mismo, pero ahora sí, lo prestaré sin riesgo. Por ejemplo, os dejo que leáis esta fábula nada ejemplar, "El miedo a las tormentas".
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/p62/01371074322362763002257/p0000004.htm#I_123_
La voy a imprimir y a ver si esta tarde Ikuko y Martina la ilustran, así en plan verde-ecológico, reingresada como es natural al infantil mundo de las fábulas. Inocentemente, los niños -como cualquier bicho viviente- y con mucha mayor naturalidad pueden expresar el temor a las tormentas.
Para los más perezosos de la lectura, podéis escuchar unas cuántas sin necesidad de préstamos olvidados en esta web:
http://www.leerescuchando.com/LEjardindevenus.html
Es la voz de Carmelo Gómez recitándolas el pasado septiembre en la Casa Encendida. Con ese nombre muy cortesano, supongo que le hubiera gustado hacerlo allí al propio Samaniego.
En su blog carmelo gomez tiene este apunte:/samaniego-y-la-casa-encendida.html.
Una pregunta para el Krahe: ¿copiaría tu admirado Brassens su Orage del ilustre e ilustrado fabulista? Quienes prefieran este lúgubre sábado, presagio de tormentas, escuchar canciones pueden elegir ahí abajo entre el maestro francés o la versión igualmente maestra del ínclito Javier Krahe y aragonés universal. ¡Viva la Pilarica! ¡Ahí va el Ebro!
http://www.cyfuss.com/la_tormenta_de_krahe_o_de_brassens
********Aviso a mis lectores mexicanos:
Primero, daros las gracias por ser los ciudadanos más lectores de mi blog fuera de mi Estado.
Segundo, que se me están quitando las ganas de seguir con la lectura de "Los detectives salvajes" de Bolaño si no paran, un poquito no más, con el carnaval de sangre de la ciudad de Juárez.


En cuanto al otro consejo para este viernes, la peli es ésta:











Luego aquí no sé si me quería curar un chichón o que ¡diantres! se propondría:
A las dos previo vermú nos fuimos a comer. Y quien me iba a decir que disfrutaríamos de una fritura malagueña en mitad de la sierra de Navalagamella. Además a precios más malagueños que madrileños. Me acordé de que Javier Ortiz probablemente degustaría otra mucho mejor gracias al arte culinario de Charo.















Hoy fallan los Premios Goya. Si no fuera por la cosa publicitaria, mal remedo de los Célebres Óscar, podían ahorrárselos. No hace falta ser un académico para percatarse de que la última temporada no resiste el análisis, ni de un enólogo ni de cualquiera que minimamente se lo haya tragado. Entre estos bebedores casi abstemios de cine español me encuentro. No me gustan los tópicos que corren sobre el cine nacional. Ni que es un peñazo y por eso nadie acude a las salas ni que está viviendo un boom, como algunos paniaguados o paniaguadas nos tratan de vender, año tras año, cada vez de forma más patética. Lo primero porque existe un circulo vicioso difícil de evitar: Los exhibidores, ya se sabe, por preferencia o bien por obligación contractual colocan los más sólidos productos de Hollywood, con lo que las pelis hechas aquí o funcionan bien desde el primer día o son desocupadas atendiendo al poderoso principio de Arquímedes (que únicamente conoce la excepción francesa). Veinte millones de espectadores ha perdido el cine español en el último año.

